Abandonad toda esperanza

Oasis

Abandonad toda esperanza, salmo 191º
Espero me permitan -y si no me da lo mismo, lo voy a hacer igual- un poco de autobombo haciéndome eco de la presentación en Villena de nuestro libro (de Jesús Lens y mío) Hasta donde el cine nos lleve: desde esta humilde tribuna aprovecho para agradecer la asistencia a un público selecto que demostró durante todo momento verdadero interés por nuestro proyecto en particular y, sobre todo, por el cine en general. A personas como ellas están destinados nuestra obra y un evento como la Semana de Cine de Villena, organizado por un grupo de cinéfilos a los que de nuevo tengo que agradecer tantas cosas... la menos importante la oportunidad que nos dieron de presentar este libro que mi colega define como la niña literaria de nuestros ojos.

Y es que, como dije durante la presentación y vuelvo a subrayar ahora, la Semana de Cine supuso para mí durante años un oasis (cinematográfico) en medio de un desierto (de oferta cultural) desolador. Cuando en Villena solo había una sala -el añorado Cervantes-, no digamos ya cuando esta cerró, la programación del Cine Club Villena era la única posibilidad de ver películas en pantalla grande en nuestro pueblo. Y todos los agostos, en la Semana de Cine, echaban el resto: allí pude ver algunas de mis películas favoritas de todos los tiempos: a vuelapluma me acuerdo de Barton Fink de los Coen, Underground de Kusturica, Exótica de Egoyan o Mulholland Drive de Lynch, o de clásicos como Historias de Filadelfia de Cukor o El hombre que mató a Liberty Valance de Ford. Casi nada.

Este año, cosa rara, no he visto todavía ninguno de los largometrajes que se están proyectando, pero permítanme hacer algo que no se debe -aunque, de nuevo, voy a hacerlo de todas formas- al recomendarles a ciegas algunos títulos por si todavía llegan a tiempo de pillarlos: por ejemplo las francesas Séraphine y El primer día del resto de tu vida, la primera una conmovedora reflexión acerca del arte y la locura sobre una pintora que existió realmente; la segunda un relato coral sobre la institución familiar y los conflictos generacionales con la que no resulta difícil identificarse. También me parecen destacables Cleaner, o la demostración de que un realizador comercial como Renny Harlin también puede hacer películas más personales, y la japonesa Despedidas, porque es japonesa (debilidad particular mía) y por la curiosidad de descubrir por qué se llevó el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa dejando a las favoritas La clase y Vals con Bashir con dos palmos de narices.

Yo, mientras tanto, he perdido el tiempo viendo un engendro como la secuela de Transformers, de la que me niego a decir ni una palabra más, ustedes me entenderán. A ver si me puedo escapar mañana sábado a la proyección en la Semana de Cine de Las manos de Orlac, con música en directo con Ramón Sanjuán al piano, y consigo olvidarme de Michael Bay y su película sobre la Nada.

Hasta donde el cine nos lleve está editado por Almed; la 28 Semana de Cine de Villena se celebra del 7 al 19 de agosto de 2009; Transformers. La venganza de los caídos se proyecta en cines de toda España.

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