Abandonad toda esperanza, salmo 37º
Desde su nacimiento Cuatro ha venido dedicando la noche de los domingos a lo paranormal, con la emisión de series de ficción (primero la estupenda Medium, ahora la más tópica Entre fantasmas), complementadas con el programa de producción propia Cuarto Milenio.
Vaya por delante que un servidor es un incrédulo integral, pero siempre me ha interesado lo fantástico como tema del que partir para obras de ficción. De ahí que haya sido fiel seguidor de dichas series y no del programa dirigido y presentado por Iker Jiménez, del que sólo he visto algunos contenidos más por accidente que por otra razón.
No hace falta desacreditar estos programas, porque se desacreditan ellos solos. Al parecer, en el emitido el pasado domingo se dio como auténtico algo que en realidad es una farsa descomunal: el cosmonauta ruso Ivan Istochnikov y la perra Kloka, tripulantes del Soyuz 2, desaparecidos durante una misión en 1968... Una historia inquietante de no ser porque se trata de un montaje artístico del fotógrafo Joan Fontcuberta, de título Sputnik, y con el que demostraba mediante las técnicas del falso documental que la memoria colectiva puede ser fácilmente manipulada.
Otro de los temas tratados, que sí hice por ver dado el interés de un asunto tan poco paranormal como ése, fue el de las snuff movies, grabaciones en las que se somete a sus protagonistas a todo tipo de vejaciones para acabar con su asesinato ante la cámara. Como era de esperar, el programa reincidió en todos los tópicos que rodean al asunto; además de recordar (otra vez) que fue Tesis de Alejandro Amenábar quien popularizó este particular género, el presentador se preguntaba: "Películas snuff: ¿Mito o realidad?".
Aunque el crítico de cine Jesús Palacios aportó algunas reflexiones más interesantes, retrocediendo a los 70 con Snuff o la mítica Holocausto caníbal de Ruggero Deodato, poco pudo hacer con el tiempo del que se disponía. Eso me hace pensar que es una verdadera lástima que pierdan tan valioso tiempo con exorcismos reales y casas encantadas, por no hablar de las fotografías que envían los espectadores (que deben ser más marcianos que los extraterrestres que presuntamente nos visitan y abducen de tanto en tanto), y no diesen más cancha a un tema como las snuff. Ahora bien, plantearse a estas alturas su existencia me parece de una ingenuidad vergonzante: cualquier cosa que produzca placer (aunque sea el de una pequeñísima minoría de anormales) y/o genere bienes gananciales se estará produciendo ahora mismo en algún lugar del mundo. Flaco favor se le hace al propósito de detener este tráfico el seguir dudando de su existencia, a la vez que se recurre a lugares comunes para acabar mirando a otro lado.
Así pues, les recomiendo que vean Cuarto Milenio. Pero tómenselo como un programa de ficción, como un falso documental. Y a poder ser de humor. Sólo así vale la pena. Y no siempre.
Entre fantasmas y Cuarto Milenio se emiten en Cuatro los domingos a partir de las 21.55 horas.
