Tras levantar la liebre El Periódico de Villena una vez más con su edición de la semana pasada, donde se ponía en duda el cobro de la subvención prevista para la construcción del polémico edificio de la Plaza de Colache al no haberse finalizado las obras en el plazo previsto, los acontecimientos se han precipitado.
En el seno del equipo de gobierno han sonado las alarmas al trascender públicamente algo que ellos habían apostado por gestionar de manera más discreta, intentando cubrir bajo el velo de la prudencia (bonito eufemismo para referirse a la ocultación de la situación real de un proyecto) un incumplimiento flagrante de los plazos oficiales concedidos para cobrar la subvención pertinente.
Ello ha llevado al Partido Popular a denunciar, tal vez prematuramente, la pérdida de la subvención, algo que difícilmente sucederá, pues Madrid jamás admitirá ante Bruselas que España es capaz de dilapidar de esa manera ayudas europeas. Con esa predisposición del Ministerio, y teniendo en cuenta que el edificio de la Plaza de Colache es solo una obra dentro de un proyecto mucho más ambicioso que ya está certificado al 79%, lo lógico es pensar que Madrid mirará para otro lado y dará por válidas las últimas certificaciones emitidas por Villena, por muy fuera de plazo que éstas estén.
En cualquier caso, y se pierda o no la subvención, hay que amonestar severamente al equipo de gobierno, incapaz de sacar adelante en tiempo y forma uno de los pocos proyectos iniciados esta legislatura, y eso que cuando llegaron al poder ya tenían el proyecto hecho y la financiación asegurada. Si ésta es la manera de gestionar de nuestro equipo de gobierno, y si éste es el ejemplo a seguir durante el resto de su mandato, apañados estamos.
