Cartas al Director

Ple…¡NO!

Se ha analizado desde diversos ángulos el bochornoso episodio de la suspensión del pleno extraordinario del pasado 28 de diciembre. Como sabemos, al faltar cuatro miembros del PP a la sesión plenaria y ante la evidencia de no poder aprobar la moción de urgencia promovida por el equipo de gobierno, la Sra. Alcaldesa suspendió la celebración del Pleno argumentando que la ausencia de cuatro de sus concejales impedía aprobar el asunto del cambio de aparcamiento de la ya famosísima Plaza de Toros. Sabemos también que ha habido comentarios para todos los gustos y, sobre todo, la fortísima presión a la concejala Adela Serra para que renuncie a su cargo.
Todo lo anterior forma parte de la inconcebible situación que el Partido Popular ha protagonizado durante este año pasado. Un año para el olvido, en el que las luchas intestinas han provocado la irritación cuando no el sonrojo de la ciudadanía, que ha contemplado pasmada como una mayoría absoluta en las urnas se dilapidaba de forma tan estrafalaria y absurda. Digamos que el Partido Popular ha sufrido una sobredosis de éxito que ha nublado su acción de gobierno, siendo la arrogancia la moneda de cambio y el desprecio la norma. Y en éstas andamos. El último no-pleno es el corolario de tanta farsa y despropósito, asistiendo el “votante”, estupefacto, ante las muestras de incompetencia y ridículo, y que, increíblemente, a casi nadie parece interesar. Vayamos por partes.

En este breve artículo quiero poner el acento en tres aspectos que, a mi juicio, merecen algo más de atención: uno, amenazas o agresiones; dos, presión hacia un concejal de baja médica; tres, ¿dónde está la llamada “voz del pueblo”?.

Uno. El portavoz del PSOE, sr. Beltrán, manifestaba públicamente su temor a que, debido al estado de crispación a que se está llegando y a las graves ofensas que se vierten en plenos y en foros locales, algún concejal sea objeto de agresión por cualquier energúmeno. La pésima respuesta de la sra. Alcaldesa al triste asunto Richart-Gosálbez no sirve para tranquilizar precisamente, más bien preocupa.

Dos. Así de claro: me parece indignante, repulsivo y manifiestamente malicioso el hecho de intentar que el sr. Oliva, concejal de baja médica por su gravísima dolencia, acudiese al Pleno susodicho con el fin de hacerle votar y con ello salvar la moción que el PP presentaba –Información, 29-12-09; Media Jornada, Cadena Ser, 29-12-09–. Si damos por cierto lo manifestado en estos medios públicos y, que yo sepa, no ha sido desmentido, estamos ante una maniobra perversa por parte del sector del PP afín a la sra. Alcaldesa, ya que a sabiendas de su situación personal no dudaron en intentar utilizarlo como simple peón que levanta la mano. Repugnante. Así se las gastan algunos o alguna. Considero de gravedad que se presione al sr. Oliva, siendo conscientes de su estado de salud. No vale todo en política; hay líneas rojas que no se pueden traspasar, y ésta es una de ellas. ¿A ustedes les parece bien este hecho?, ¿no les molesta este comportamiento? Inquietante.

Tres. Con todo lo que llevamos de trapicheo y bronca en el equipo de gobierno de Villena desde hace un año, la pregunta que me hago con mucha frecuencia es, ¿dónde están los y las?: catedráticos de universidad, de instituto, profesores, maestras y maestros, ingenieros, médicas, enfermeras, zapateros, empresarios, mecánicos, dependientas, pequeños propietarios, trabajadoras de banca, panaderas, camareros, transportistas, peritos de toda índole, ilustrados e ilustradas de aquí y de allá, intelectuales de pro, pensadoras, filósofos, biólogas y plusmarquistas, gentes de bien y que habitualmente no han roto un plato en su vida… ¿Dónde están?, ¿acaso no hay nadie por ahí? . Dicho de otro modo, asistimos como meros espectadores de esta infame función en que se ha convertido la política en Villena y… ¿no manifestamos nuestro malestar públicamente? De verdad que es frustrante que tantas mentes pensantes que tan bien hilvanan sus ideas por escrito –u oralmente– en revistas y periódicos o foros o tertulias de amigos, asociaciones, comparsas o qué se yo, no sean capaces de inmutarse ante la farsa en que se ha convertido el gobierno local del Partido Popular, salvo honrosas excepciones que mantienen una tenue luz de crítica y desencanto.

Decía Ghandi que “más que los actos de los malos, me horroriza la indiferencia de los buenos”. Pues bien, a toda esta gente me dirijo, humildemente. Según el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) el asunto que más preocupa a los españoles es el paro, a continuación la crisis y en tercer lugar ¡¡los políticos!! Es decir que la clase política es vista como un problema no como solución. En Villena tenemos buena muestra, desgraciadamente. Y hablo del presente, que nadie me introduzca en el túnel del tiempo, por favor.

Sólo han sido tres aspectos de este vodevil, de este esperpento. Pregúntese usted lector o lectora: ¿Por qué no aprobó el equipo de gobierno del PP –con mayoría absoluta– los presupuestos municipales de 2009? Aguardo sus respuestas.

Fdo. Francisco Tomás Díaz

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