Visitar la capital de España es algo que todos harán alguna vez, sino no lo han hecho ya. Hay motivos personales, laborales y hasta sin motivos, porque una vez allí ya los encontrarán y hasta más de los imaginados. Y es que esto es lo que sucede con Madrid, que ella misma es la razón para visitarla. Hay que ir y punto. Está ahí, tan asequible hoy en día, con los medios de transportes modernos y a unos precios reamente económicos que no visitarla sería incomprensible.
Pero si ustedes son de los que buscan una razón para todo, además es Navidad y en la capital se vive de una forma especial. Basta echar un vistazo a su programación para estas fiestas para que encuentren ese empujoncito que necesitaban. Solo por ver sus calles iluminadas, el alumbrado navideño que engalana la capital recibe innumerables visitas sin más objetivo que deleitarse con él. Hasta los mismos residentes se lanzan a la calle a disfrutar en estas fechas de una ciudad donde viven y trabajan, pero no siempre disfrutan ni conocen.
Así que en este viaje el destino es el centro de Madrid, ni más ni menos. Recorran sus calles iluminadas, visiten sus mercadillos tradicionales empezando por el de la Plaza Mayor, o el de artesanía en el Paseo de Recoletos; pueden hacer la ruta de los Belenes y disfrutar de la típica gastronomía madrileña, como el cocido, que con las temperaturas invernales apetece, y no olviden el chocolate con churros. Y si les apetece verlo en directo este año en lugar de por televisión y coincide con su visita, las uvas en la Puerta del Sol.
Y olvidando la dieta por unos días, en este viaje pueden recorrer la ruta de las tapas, que siempre está y siempre apetece, pero no siempre se tiene ocasión. Y es compatible con los recorridos navideños. Aunque el origen de esta palabra y su uso no está claro, unos cuentan que bajo el reinado de Alfonso X el Sabio, el cual impuso que se sirviera un bocado de comida junto a la bebida para prevenir los efectos perjudiciales del alcohol y otras fuentes que el origen está en Sevilla donde había tantas moscas que para evitar que entraran en los vasos de vino en las tabernas se ponía una rebanada de pan con algún embutido encina, a modo de "tapa", sea como fuere, lo mejor es que se olviden en esta visita de etimologías y semánticas, y se centren en disfrutar y degustar de algo tan madrileño como la hora del aperitivo. Así que disfruten de el centro de Madrid y para alojarse en este viaje seguro que inolvidable y diferente, visiten Expedia España y escojan un albergue de los muchos de la capital. Es el alojamiento ideal para una visita disfrutando la calle. Y si se animan y siguen en Madrid, no se pierdan su famosísima Cabalgata de Reyes Magos. No olviden su carta, que en Madrid todo es posible.
