La oleada de robos en establecimientos comerciales que está sufriendo nuestra ciudad durante los últimos meses, que ya cuenta en su haber con una larga lista de empresarios y comerciantes damnificados, así como los constantes asaltos a chalets y casas de campo ubicados en el término de Villena, han logrado disparar una innegable alarma social causada por la creciente percepción de inseguridad que manifiestan los ciudadanos.
Basta escuchar los comentarios habituales en cualquier bar, o conocer las respuestas que dan los ciudadanos al preguntarles por esta cuestión, para comprobar cierta coincidencia a la hora de dirigir sus críticas hacia el ayuntamiento, responsable último de la presencia de agentes de la Policía Local en nuestras calles. No obstante, y aunque se pueda cuestionar el mutismo casi absoluto de la responsable directa de esta área, la concejal Adela Serra, lo cierto y verdad es que el problema es mucho más complejo de lo que parece y su solución dista mucho de depender de un simple aumento de los efectivos policiales.
Los presupuestos municipales son los que son, y aunque permitieran aumentar el número de agentes de la Policía Local esto se traduciría, en el mejor de los casos, en una o dos patrullas más recorriendo la ciudad durante el mismo turno. Por supuesto que sería mejor, pero igualmente resultaría a todas luces insuficiente para cubrir todos los barrios a un mismo tiempo, con lo que los presuntos ladrones dispondrían de un margen más que suficiente para seguir perpetrando sus presuntos atracos, máxime cuando su modus operandi les permite romper un escaparate, acceder a un local y desvalijar su caja en apenas un momento.
Por si esto fuera poco, y rompiendo una lanza a favor de los miembros de la Policía Local, lo cierto y verdad es que han conseguido detener una vez tras otra a los presuntos, que reiteradamente, y en apenas unas horas, son puestos en libertad por el juez de turno, al que tampoco cabe achacarle más responsabilidad de la que tiene, porque en definitiva un buen juez no hace más que limitarse a hacer cumplir lo que la Ley fija, y por desgracia en este caso, ni ayuntamientos, ni policías ni jueces son responsables del contenido de las leyes, sino meros ejecutores de las mismas.
En cualquier caso, alguna medida habrá que tomar por parte de todas las personas e instituciones implicadas, porque lo cierto y verdad es que la situación se está convirtiendo en insostenible.
