Profesport: ¿Cómo mejorar tu marca corriendo?
Uno de los factores esenciales se basa en la mejora de la economía de carrera, incluso en los corredores altamente entrenados, entendida como la relación entre la energía gastada por un sujeto que realiza ejercicio en condiciones de estado estable y su velocidad de desplazamiento.
Algunos de los factores que influyen en la economía de carrera incluyen: la ventilación, la temperatura central, el metabolismo muscular, el tipo de fibra muscular, la composición corporal, la técnica de carrera, la rigidez muscular y el almacenamiento y retorno de la energía elástica. Aunque también hay externos como el tipo de calzado, el terreno o el viento. Una serie de factores fisiológicos y biomecánicos parece influir en la economía de carrera en corredores altamente entrenados o de élite, tales como: fluctuaciones en los factores fisiológicos como la temperatura central (CTEMP), frecuencia cardiaca (FC), la ventilación (VE) y Lactato, y pueden estar asociados con cambios en la economía de carrera durante la competición. Adaptaciones metabólicas dentro del músculo, tales como aumento de las enzimas mitocondriales y oxidativas, la capacidad de los músculos para almacenar y liberar energía elástica mediante el aumento de la rigidez de los músculos, y una mecánica más eficiente conducen a menos desperdicio de energía en las fuerzas de frenado y en una oscilación vertical excesiva.
Es ahí donde entra en juego el entrenamiento de la fuerza para la mejora de la economía de carrera, aspecto evidenciado tanto en atletas que tienen un nivel de entrenamiento alto, como en atletas de élite, y tanto en carreras de fondo como en carreras más cortas. Así pues, el objetivo del entrenamiento de la fuerza en un atleta de resistencia es que sus músculos aumenten su tasa de producción de fuerza, para realizar contracciones musculares más fuertes en menos tiempo, siendo más rápidos y/o retardando la fatiga.
Un plan de entrenamiento de fuerza orientado a este tipo de atleta puede involucrar múltiples ejercicios, la utilización de cargas altas (por ejemplo, 35 series de 36 repeticiones al ≥ 85% 1 repetición máxima) y ejercicios pliométricos. El entrenamiento con cargas altas se enfoca en el componente de fuerza-potencia, mientras que el entrenamiento pliométrico se enfoca en el componente de la velocidad.
Así pues, y según las fuentes y autores consultados en g-se.com, el entrenamiento de fuerza y la potencia puede mejorar la economía de carrera y el rendimiento de resistencia mediante el incremento de la producción de potencia muscular, así que aunque tradicionalmente o en entornos amateurs deportivos no se haya asociado el entrenamiento de la fuerza a los corredores de larga distancia, ahora sí se está utilizando.
Por último destacar que es esencial introducir este tipo de cargas en periodos de acumulación, para no perjudicar el rendimiento por sobrecarga, ya que la fatiga muscular acumulada en este tipo de entrenamientos de fuerza es muy alta para las personas que no tienen una alta tolerancia como son los deportistas con un alto porcentaje de fibras lentas. La selección de los mejores ejercicios y el incremento progresivo de las cargas serán otros dos factores clave para el éxito.