Abandonad toda esperanza, salmo 152º
Cuando se publicó por vez primera Wanted, un crítico de The Sunday Times saludó a este cómic escrito por Mark Millar como "el Watchmen de los supervillanos"... Y si usted todavía no entiende el alcance de esta aseveración, no sé a qué espera para leer la obra maestra de Alan Moore, a poder ser antes de que en el próximo mes de marzo llegue a los cines la adaptación oficial. Francamente, no considero que sea para tanto -Watchmen es mucho Watchmen-, pero lo que sí es cierto es que la obra atesora una serie de logros que la reciente versión cinematográfica echa por tierra uno detrás de otro.
Wanted es uno de los tebeos más provocadores publicados en Estados Unidos en los últimos años, que valiéndose del género superheroico pone en tela de juicio el sistema capitalista, la cultura occidental y la sociedad de consumo: su protagonista es un individuo pusilánime, aplastado por una novia infiel, un trabajo que le aburre y una hipocondría galopante, y que de la noche a la mañana se descubre como heredero de una gran fortuna y del legado de su padre, posiblemente el mejor asesino a sueldo del universo conocido. A partir de ahí, la provocación de Millar está más cerca del nihilismo punk de Los invisibles, escrita por su compatriota Grant Morrison, que de las rabietas repletas de tacos y violencia gratuita de Garth Ennis.
Frente a esto, la versión cinematográfica se toma bastantes libertades respecto del original literario -sí, los tebeos también son, al menos en buena parte, literatura-; unas libertades que van mucho más allá de las puramente epidérmicas, como que la Fox dibujada por J. G. Jones se parezca mucho más a Halle Berry que a Angelina Jolie. Como señalaba un buen amigo mío al salir del cine, la productora no ha tenido lo que hay que tener para hacer una película con supervillanos en trajes de mallas, y de paso ha suavizado bastante el contenido transformando al protagonista en alguien menos miserable y ofreciendo una oportunidad de redención a algún que otro personaje relevante. Y de paso, demuestra que el realizador ruso Timur Bekmambetov es uno de esos negados que creen que ralentizando el tempo de las escenas de acción consiguen dotarlas de una trascendencia de la que en realidad carecen.
Por cierto: les recomiendo que se hagan con la última versión de Wanted, porque ha llegado el momento en que los cómics cuenten con ediciones a la altura que merece su contenido, y esta incluye más de medio centenar de páginas de cubiertas alternativas, bocetos, explicaciones sobre el proceso creativo y una serie de ilustraciones de autores de la talla de John Romita Jr., Marc Silvestri, Ashley Wood o Bill Sienkiewicz. Y ya deberían saber que cualquier cosa con Bill Sienkiewicz dentro es un poco mejor.
Resumiendo: que es preferible leer Wanted antes que ver Wanted, e imaginamos que con el Watchmen de Zack Snyder, frente al de Alan Moore y Dave Gibbons, pasará lo mismo. Ya lo descubriremos cuando llegue la primavera.
Wanted (Se busca) -el cómic- está publicado por Norma Editorial; Wanted (Se busca) -la película- se proyecta en cines de toda España.
