La invitación que la Comparsa de Labradores nos hizo para conferenciar y charlar sobre "Religión y Fiestas", al tener que repasar y echar mano de la bibliografía fundamental sobre la cosa, removió estos días en mi memoria los recuerdos del I Congreso Nacional de Fiestas de Moros y Cristianos. Celebrado en Villena entre el treinta de agosto y dos de septiembre de 1974, alborotó todavía más la vida en la ciudad siempre encantadoramente alborotada camino de las fiestas patronales. Yo, a falta de un mes para cumplir los once, aún tenía diez años. En Villena, los días previos a las Fiestas siempre me han parecido hermosos. Especialmente de pequeño.
Pero si no fuera porque este año nos hemos propuesto traer a esta columna cosas desde cuando nacimos, de la infancia y juventud, hablaríamos solamente de lo a gusto que estuvimos el viernes diecisiete pasado en la casa de los Maseros, entre amigos, entre amigas. Personas estimadas que renunciaron, unas al fútbol que era la final de la Copa del Rey, otras al teatro. Que esa noche estaba en el Chapí el actor Juan Diego con un texto de Juan José Millás, "La lengua madre", y esto sí que es renunciar. Renunciaron a estos atractivos y vencieron una lluvia impertinente que se está convirtiendo en prolegómeno de mis intervenciones públicas, como me recordó Juan Domene recordándome el aguaducho de cuando a principios de curso vinimos al Instituto Las Fuentes. No esta mal. Si la lluvia sabe llover, no es malo que llueva.
Tres comentarios, al menos, haremos sobre la charla: Uno, que creo que vale la pena apostar por la cultura en la Fiesta. Dos, que tuvimos la suerte de que con motivo de la conferencia viniera a Villena el profesor Sergi Gómez i Soler, amigo y compañero en el IES Miguel Hernández de Bigastro, quien en coautoría con Antonio Ariño Villarroya, Vicerrector de la Universidad de Valencia, ha escrito un libro de obligada lectura: "La festa mare. Les festes en una era postcristiana" (Museu Valencià d'Etnologia-Diputació de València, 2012). Y tres, que la hospitalidad villenera, para nuestro orgullo, es un valor sincero que sigue vivo, sin alharacas ni protocolos. En definitiva, el viernes pasado fui feliz en los Maseros.
También, en relación con esto, estamos especialmente agradecidos con Antonio López Rubio, Presidente de la Junta de la Virgen, que nos presentó con generosidad y animó la tertulia con tolerancia e inteligencias. Y gracias otra vez a todos los asistentes. En especial a la concejala Isabel Micó y a la Regidora Mayor Cynthia Urbano. Seguro que ambas tenían cosas más importantes que el escucharme pero... Pero ahí estuvieron para nuestro orgullo. Excusamos a Vicente Prats Esquembre que tuvo la gentileza de llamarnos por teléfono cuando el chaparrón arreciaba y, queriendo venir, le dijimos que se guardara, que con la noche que hacía no se molestara. Con Vicente había hablado unas semanas antes porque yo necesitaba para mi intervención aclarar algunos datos que él trató en aquella conferencia magistral que ofreció un veintitrés de marzo de 1982 en la Semana Cultural Villenense con motivo de la primera Expofiesta, conferencia editada en 2001 en Cd por la Asociación Pro-restauración de la ermita de San José aprovechando la grabación realizada entonces por Isidro Gosálbez Aznar. Concretamente necesitaba unos datos sobre finales del XIX y otros sobre los "acontecimientos de 1909".
Pero hoy no queríamos hablar de esto, sino traer cosas de cuando con diez años, camino de los once, se celebró en Villena el primer congreso nacional sobre la Fiesta de Moros y Cristianos. Pero otra vez será, porque hoy... De bien nacidos...
