Abandonad toda esperanza

Risoterapia

Abandonad toda esperanza, salmo 136º
Si la risa es un método de curación eficiente, Quino debería ser considerado como uno de los médicos más prestigiosos del mundo: desde hace décadas y en las páginas de la prensa, primero en Argentina y luego en el resto del orbe, su obra viene provocando sonoras carcajadas a partir del reconocimiento que sus personajes despiertan en el lector.

¡A mí no me grite! es su segunda antología, que permanecía inédita en España hasta finales del año pasado, y a pesar de ser una obra tan temprana sus páginas -por las que pasean multitud de empresarios despiadados, empleados sometidos y psicólogos indolentes- muestran a un Quino ya en absoluta plenitud de facultades observadoras.

Tampoco carece de interés La aventura de comer, aunque su limitada temática parezca cortarle las alas al autor y resulte algo inferior al volumen precedente. No obstante, y sabiendo leer entre líneas, en los aparentemente más amables chistes del libro pueden verse implícitos la crítica social y el profundo conocimiento del drama humano que han caracterizado desde siempre su obra, y vuelven a demostrar que el legado de Quino va mucho más allá de Mafalda.

Cuenta otra eminente doctora, la también argentina Maitena, que su padre, un hombre de talante conservador y al que la autora dedica el volumen recopilatorio Todas las superadas, no se podía creer que un diario tan tradicional como La Nación le encargase una ilustración diaria a una autora especializada en reflejar la condición de esas mujeres de nuevo cuño, a las que él se refería despectivamente como "esas superadas". Pero el pobre se equivocaba, y el periódico había sabido tomarle el pulso a los nuevos tiempos y había reconocido el talento de una autora con cuyas historias una legión de lectores (y sobre todo, lectoras) iban a identificarse enseguida.

Los que hayan seguido la obra de Maitena en la prensa española ya saben qué van a encontrar en Todas las superadas: reflexiones en voz alta acerca de la decadencia física, la incomunicación en la pareja, la esclavitud de tener hijos, las desigualdades (emocionales, sexuales, laborales y sociales) entre ambos sexos, etc. Pero si en las historietas de Todas las mujeres alteradas Maitena narraba una serie de breves historias en apenas unas pocas viñetas, en esta serie reduce el relato a su mínima expresión: el humor gráfico, una ilustración única que resume toda su propuesta. Así, el volumen incluye, a razón de una por página, cerca de cuatrocientas cincuenta situaciones o chistes visuales, otras tantas píldoras de eficacia probada.

Suele decirse que en Argentina la psiquiatría no es una profesión, sino un hobby, y que todos sus habitantes tienen algo de psicoanalistas. No sé si será del todo cierto, pero imagino que como todos los tópicos será bastante exagerado aunque tendrá un poso de verdad. Lo que sí sé es que el humor es una buena herramienta que nos ayuda a enfrentarnos a los sinsabores cotidianos, y la risa un modo de terapia que Quino y Maitena, ambos argentinos, llevan años recetándonos desde las páginas de periódicos de todo el mundo con indiscutibles muestras de mejoría.

¡A mí no me grite!, La aventura de comer y Todas las superadas están editados por Lumen.

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