La operación policial desarrollada el pasado viernes en el Paseo Chapí, para pasmo y estupefacción de los numerosos vecinos y curiosos que asistieron a la misma, ha servido, además de para poner a disposición de la justicia a los integrantes de una red internacional de narcotraficantes, incluido el líder de la misma, para poner de manifiesto por enésima vez el grado de degradación que está alcanzando la que no hace tanto tiempo fue una zona emblemática de nuestra ciudad.
Si a alguien no ha sorprendido la redada del viernes ha sido a los propios vecinos de la zona, que sospechaban que el negocio de alimentación de los detenidos no era trigo limpio. De hecho, por este motivo y por las constantes impertinencias e insinuaciones que hacían a los viandantes los habituales de dicha tienda, había quien ya se había dirigido a la concejal de Policía, Adela Serra, advirtiéndole de las actitudes de este grupo de personas.
Durante los últimos años, estamos asistiendo a un lento pero inexorable proceso de degradación que ha convertido al Paseo Chapí, antaño lugar de recreo y esparcimiento de numerosos vecinos, patio de juegos de decenas de niños y adolescentes, lugar de charla, paseo y encuentro para la ciudadanía en general, en casi un gueto en el que pasar por la noche se ha convertido en un auténtico ejercicio de valentía. Los rincones que antes ocupaban parejas en sus primeros escarceos amorosos, son ahora lugar ideal para practicar el botellón y el consumo de ciertas sustancias no legales; los jardines están mal cuidados, sucios y estropeados; el firme, además de destrozado por la instalación de la infraestructura de fibra óptica y gas sin que ningún ayuntamiento haya exigido jamás su reparación, es una auténtica pista de patinaje apenas llueve, lo que ha motivado numerosas caídas, especialmente de gente mayor. La iluminación es escasa e ineficaz. Etcétera.
Más allá de la lógica preocupación por la imagen que mostramos a nuestros visitantes el Paseo es la puerta de entrada a Villena para quienes vienen en tren, es de vital importancia lograr que el Paseo vuelva a ser lo que siempre ha sido, recuperando para todos los ciudadanos algo que nunca debieron perder. Proyectos y buenas palabras no han faltado nunca en boca de los sucesivos gobiernos municipales, también en boca del actual. Esperemos que la actual Corporación municipal, al contrario que sus antecesoras, pueda llevar a cabo la necesaria recuperación de una zona que necesita una actuación profunda y urgente para, al menos, volver a parecerse a lo que durante tantos años fue.
