Sensación amarga
Son muchas las voces que se están levantando para solicitar información acerca de lo que está aconteciendo en el equipo de gobierno de Celia Lledó. No hay semana en la que no surja la polémica, sea con el G-8 (concejales de la línea natural del PP en cuya cabeza encontramos a su presidente regional y Presidente de la Generalidad, Francisco Camps), sea por intentar controlar a Nuevas Generaciones, sea con la oposición, sea con empresarios de la ciudad, etc.
Algo ha fallado en el gobierno de Celia, esto es evidente, ha fallado estrepitosamente porque nos encontramos en una legislatura en la que, supuestamente, debería ir todo como la seda, sin embargo, los primeros problemas a la hora de aprobar los proyectos se producen, precisamente, en el seno del equipo de gobierno. No es normal, ni mucho menos, que la parte alineada con la alcaldesa genere la tremenda polémica y protagonice el espectáculo bochornoso que contaron los medios de comunicación en una reunión de Nuevas Generaciones (jóvenes del PP) la semana pasada.
Reflexionando acerca de cómo se ha producido todo esto, sin necesidad de remontarme a mis tiempos de afiliado y puede que algo más, observo que al inicio de esta legislatura ya se dieron los pasos encaminados a mantener un férreo y hermético control sobre todo lo concerniente a los proyectos e inversiones que este equipo de gobierno iba a realizar. Lo criticó la oposición y muchos no le dimos mayor importancia, incluso llegamos a encontrar justificación, me refiero al hecho de que se impida a la oposición acceder a las Juntas de Gobierno. Hoy, a la vista de lo que sucede en dichas Juntas de Gobierno, tengo la impresión de que Celia ha terminado por hacer lo mismo con aquellos concejales populares que no son de su misma línea política. Según dice la prensa, la información pertinente a los proyectos de cada área no les llega con la antelación suficiente a dichos concejales por lo que, sabiamente, han optado por no votar o por aplazar sus votos en dichas Juntas de Gobierno.
En un equipo de trabajo con objetivos comunes no es normal, por mucho que diga Celia lo contrario, que una parte de dicho equipo prive a la otra parte de una información fundamental para el devenir de dichos proyectos y por tanto para la ciudad.
Estás conmigo o estás contra mí. Esa parece ser la máxima con la que dirige Lledó este Ayuntamiento y el Partido Popular, del cual es Presidenta. Una línea que, pronto se verá, va a pasar factura a Celia en ambos frentes, tanto en lo que se refiere a las elecciones próximas como al propio partido.
No es disimulable, no hay más que ver una fotografía de Celia antes de las elecciones y compararla con su rostro actual, en el que se aprecian, con nitidez, las huellas de unas batallas permanentes que ella solita ha querido iniciar y que, cuanto más tiempo pasa, más se extienden.
Ya no son creíbles, ni siquiera aceptables, las palabras del portavoz popular, que pretende convertir en éxito lo que es, a todas luces, un fracaso rotundo en lo que a ejercicio de liderazgo se refiere por parte de su jefa. Los proyectos se aprueban, claro está, gracias a la intervención del Gobierno Central y del Regional y algo, por supuesto, gracias a Diputación, pero no hay alegría, la sensación agria que la política de Celia ha derramado en nuestra ciudad salpica cualquier buena noticia que se pueda dar.
Los ciudadanos nos alegramos de los proyectos y, curiosamente, deseamos que lleguen nuevas elecciones que nos den un nuevo alcalde o alcaldesa que, además de éxitos, traiga transparencia política a la ciudad.