Verdes

Sesenta años y un día

Hay condenas judiciales que se miden así, con un día extra que marca la posibilidad de que la pena no se extinga todavía. Hoy estamos valorando un acontecimiento excepcional, los 60 años de vigencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y necesitamos prolongarla un día y otro, más, mucho más, con mas calado, con más mimo, con más exigencia.
Porque aunque esta declaración ha permitido marcar un cambio en la historia de la humanidad, todavía es mucho lo que queda por hacer. Desde que cada persona la valore y apoye como hito que permite mejorar la vida de todos seres humanos, hasta que en cada país y en la legalidad internacional su respeto esté por encima de otros intereses.

Día a día en múltiples lugares del plantea numerosas personas se esfuerzan para hacer realidad el respeto a los derechos de todas las personas recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Día a día hay quienes maquinan la ignominia y la opresión. La que claramente se ve salpicada de sangre (80 estados siguen practicando la pena de muerte) y la que silenciosamente cobra vidas (930 millones de seres humanos padecen hambre). En este caso todos los estados colaboran, el nuestro también.

A veces parece que la protección y defensa de los DDHH corresponde a países con déficits democráticos o económicos. Pero no es así. En diferentes informes se señala que en España también se dan múltiples casos de violaciones de los derechos humanos: presuntos casos de tortura en cárceles y comisarías, la colaboración con los vuelos de la CIA que transportaban detenidos irregularmente, los tratos degradantes a personas detenidas, los desplazamientos de inmigrantes, la incomunicación en algunas cárceles, los menores extranjeros no acompañados, los asesinatos de la banda criminal ETA, la responsabilidad del estado por no garantizar el derecho a la vida de tantas mujeres asesinadas por violencia de género…

Celebrar los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos debe significar ante todo un compromiso con tantas personas y pueblos que todavía ven violados sus derechos de manera cotidiana, pero también una reflexión personal y colectiva para autoexigirnos actitudes de respeto y exigirlas a nuestros gobernantes. Debe llevarnos a pensar en derechos colectivos, en derechos del planeta, en derechos de género.

Hablar del 10 de diciembre no debe ser sólo hablar de un día de fiesta, es un día de lucha y de protesta. Fácil es festejar esta fecha y seguir colaborando con la exclusión y la violencia. Contradictorio aplaudir la Declaración Universal de los Derechos Humanos y permitirse apoyar la guerra en Irak. Grave aplaudir esta declaración y cortar derechos laborales o sociales.

Agradeciendo a tantas personas que han ayudado a que estos 60 años de Derechos Humanos sean una realidad, queremos avanzar día a día. Un día a día para la esperanza, para el compromiso, para el diseño de un mundo sin exclusión, sin llanto, con paz, con justicia. Para hoy y para las generaciones venideras. Para Villena y para la Tierra. Por eso estamos aquí.

Asamblea Local de Los Verdes.
Villena.-

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