Cultura

Sexpeare o el teatro imposible

Son unas más que unas cuantas las personas que en nuestra ciudad han sentido la llamada informe de la creación artística. Es el caso de Rulo Pardo, quien hace más de diez años marchó a la capital para continuar avanzando en la labor que venía realizando en el terreno escénico. Y si la crueldad del mercado y sus intenciones han acabado con la ilusión y el trabajo de más de uno, no es éste su caso. Tanto él como su pareja creativa Santiago Molero, han encontrado un hueco entre las nuevas tendencias y han conseguido que sus trabajos se revelen como un nuevo modo de hacer humor y, por supuesto, teatro.
A lo largo de los últimos años hemos ido descubriendo la incursión que Sexpeare realizaba en un extraño terreno como es el de la ciencia ficción llevada a la escena. Un proyecto que buscaba perfeccionar una receta en la que el lenguaje cinematográfico, la ciencia ficción, la serie B, el humor y la escena, dieran como resultado un espectáculo coherente y divertido, alejado de las tres unidades tradicionales del teatro de las que nos hablara Aristóteles: acción, tiempo y espacio. No cabe duda que para alcanzar su propósito han tenido que recurrir a grandes dosis de ingenio y “echarle mucha cara” para resolver un gran número de dificultades propias de la escena. Con todo, la simpática crueldad de sus textos y personajes, inmersos en unos mundos hilados por tramas seudo policíacas dan como resultado un desternillante y novedoso espectáculo. Y si la última parte de su trilogía, H, el pequeño niño obeso quiere ser cineasta (Teatro Chapí, noviembre 2004), fue presentada por la compañía como el cierre de su etapa de “teatro y ciencia ficción”, entonces En Grilletes –Kakv, hoy viernes a las 22:30 horas– debe de tratarse de su epílogo. Porque En Grilletes no abandona ni la constante influencia cinematográfica de sus anteriores espectáculos ni el terreno de la ficción desmesurada. Se trata de una propuesta presentada como documental en formato teatral, con guión y dirección de Sexpeare, aunque con la interpretación de las actrices de la compañía Les Grotesqués, compañía madrileña que destacó con su propuesta En ocasiones veo armarios.

A destacar –como aspectos generales de la compañía–, el trabajo de creación de personajes, encajados en difíciles posturas, con extraños acentos o con un vestuario que ayuda a acentuar su carácter; escenografías que recurren a la metonimia de forma exagerada y grotesca y que nos trasladan de un espacio a otro; textos corrosivos elaborados de forma cinematográfica resultando casi imposibles de trasportar a escena; efectos especiales que cuentan, en muchos casos, con la colaboración explícita del público; un alto grado de influencia del género de Serie B…

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