Y discúlpenme el título. Ya sé que la temporada que se nos anuncia en nuestro Teatro Chapí, queridas personas, ocupa desde el mes de enero hasta el de julio, lo que supone groso modo un semestre que comprende dos estaciones: la invernal y la primaveral. Pero claro, comprenderán que sonoramente, díganlo en voz alta si quieren, resulta poco atractivo decir invierno-primavera. Desde luego peor que otoño-invierno o primavera-verano, que parecen salir de nuestra boca con mayor normalidad. En cualquier caso, segundo semestre de la temporada aunque el primero en realidad haya sido un trimestre, un cuatrimestre si prefieren; o primer semestre del año, de 2013.
Y una programación donde destacan los nombres de actores y actrices conocidos: Quequé, Fernando Tejero, Pepón Nieto, Miguel Rellán, Malena Alterio, Moncho Borrajo o Juan Diego. Sorpresa quizás, para quienes germánicamente gritan austeridad para tiempos de crisis, aunque quizás no lo hagan frente a los descalabros y despilfarros de nuestra Comunitat Valenciana, y al último recuento de votos me remito (la corrupción tiene precio: Mayoría Absoluta). Austeridad
Austeridad... Austeridad es a lo que se someten las compañías teatrales o cualquiera dedicada al Arte para sacar adelante sus productos. Austeridad son las condiciones por las que cualquier compañía está dispuesta a mover sus productos, caras de famosos y famosas incluidas. Algo que en principio es favorecedor para un público que en las condiciones de hace un lustro no hubiera tenido tan fácil acceso a tales productos (quizás sí hace tres lustros, antes de que a todo el mundo, no solo al sector de la construcción, perdiera la cabeza). En todo caso, en cualquier cambio siempre hay quien paga. En este caso las compañías de pequeño y mediano formato, pero esa es otra discusión donde no quisiera entrar, sobre todo para dejar espacio a algún comentario sobre la programación del Chapí.
Comenzaré por tres propuestas ineludibles, además con presencia villenera: De quimeras e imposibles
, donde encontrar a nuestra insuperable María Luisa Torres. Segunda (Sinouj, espectáculo donde trabaja nuestro querido y reputado bajista Javier Geras. Y tercera, el concierto de Wang Band Doodle en la fachada del teatro para cerrar la temporada. Entre tanto apostaría por el texto del columnista y premio Planeta Juan José Millás, (La lengua madre, interpretado por el maestro Juan Diego. Y por último, me inclino por la adaptación y versión que Daniel Veronese presenta de (La Gaviota de Chejov, que cuenta además con un amplio reparto de actores y actrices sobradamente reconocible por sus trabajos en televisión (lo cortés no quita lo valiente). Lo que nos da una temporada, semestre, muy golosa para la asistencia y para aprovechar como regalo navideño. Ya saben, mejor que una pulsera que no sabemos si saldrá de la caja: una entrada para un espectáculo en el teatro si no gusta no le ocupará espacio y no molestará más de un par de horas.
