Sociedad

Testimonios de AFAD. Ahora yo te lo cuento…

¿Cómo ven su problema los drogodependientes? ¿Cómo se posicionan ante el tratamiento? ¿Y sus familiares? Más importante que la visión de entidades especializadas y profesionales de prestigio, es la concepción que tienen los propios afectados de su situación.
Paciente del Centro de Día AFAD-Villena. Varón. 31 años.
“Llegué a este Centro en malas condiciones. Vine de la mano de mis familiares para que creyeran que iba a solucionar mi problema. Tenía un consumo diario muy elevado y sabía que hacía mal porque iba a perder todo lo que tenía (mi empresa, mi mujer, mi hija y mi familia).

Llegué aquí como si mi vida fuera un libro de estos que eliges un final diferente y, para cada final, tenía una mentira preparada: era una máquina de mentir.

Lo que he aprendido a hacer en las clases que nos dan es a analizar las situaciones, hacerles frente de la mejor manera posible, y pensar siempre en positivo, mirar hacia delante y no en el pasado. Ahora mi libro es diferente. Sí que hay un final para cada cosa pero previamente analizado, valorado y consentido antes de realizarlo. No hay nada al tun tun, todo previo control y sabiendo las consecuencias que conlleva de antemano.

Ahora mismo le he dado la vuelta a mi vida, y en el momento de mi peor crisis, que ha sido la ruptura de mi matrimonio, es cuando más fuerte me he hecho. Y si yo estoy pudiendo realizarlo, no penséis que nadie puede, lo único es aceptarlo y cambiar pero nadie lo va a hacer por ti. Tú eres el que tienes que dar el paso”.

Paciente del programa de Atención Familiar de AFAD. Mujer. 34 años. Pareja de una persona drogodependiente.
“Cuando eres una persona que tiene a otra que está en un submundo, y hablo por mi experiencia, y me dicen que hay una asociación de familiares afectados por las drogas, lo primero que me vino a la mente fue: ¡No soy yo sola! Te llena ver gente como tú, que tienen un ser querido con problemas de drogas, luchan igual que tú (…) sientes un apoyo incondicional (…). También molan los temas que se tratan, no sólo se dedican a las drogas, sino a otros problemas que acarrean vivir entre ellas (…) que te destruyen la vida con el paso del tiempo. Te ayudan a encontrarte a ti misma, pero para esto hay que dejarse ayudar o pedir ayuda.

Yo nunca hubiese imaginado que iba a contar todo lo que me pasa por mi mente, y que a veces, sin darte cuenta, te haces daño a ti misma. En AFAD se intercambian experiencias y se buscan soluciones. Lo que a veces algunos recursos olvidan es que la persona que está al lado del drogodependiente es posible que necesite más atención, ya no física o de entretenimiento, sino que escuchen como se siente en realidad y mejoren su estado emocional.

Aunque el drogodependiente se cure, la persona que está a su lado, a lo mejor, sigue herida sentimentalmente, pues es una lucha interior que te destruye tus sentimientos hacia todo lo que te rodea. Toda aquella persona que lo necesite, que visite AFAD, y verá como se siente escuchado, pues es muy bonito, y suena muy bien, que la gente amiga o conocidos, te diga: ¡sí…te entiendo!, pero ¿será verdad o solo te dan la razón?”.

*La supresión de algunos contenidos, no alteran el significado global de los textos transcritos.

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