Abandonad toda esperanza

Todas las películas del presidente

Abandonad toda esperanza, salmo 169º
Sería faltar a la verdad señalar al triunfo reciente del candidato demócrata Barack Obama, convertido ya en el primer presidente negro de Estados Unidos, como el desencadenante de que la cartelera se haya llenado de películas cuya temática alude directamente a la historia de la política norteamericana del siglo XX, porque la producción de los filmes en cuestión estaba en marcha desde hacía ya tiempo, y sin ir más lejos el proyecto de llevar a la gran pantalla la vida y milagros de Harvey Milk ya lo acarició tiempo ha Oliver Stone, ese director que según un ácido Fernando Trueba se ha autoerigido en "la Conciencia de América".

Pero lo que sí es cierto es que estas películas han llegado a nuestros cines en un momento idóneo, y la primera de ellas ha sido precisamente el biopic protagonizado por el primer hombre que hizo carrera política después de declararse gay abiertamente. Mi nombre es Harvey Milk le ha valido a un soberbio Sean Penn su segundo oscar después del que logró con Mystic River, y lleva la firma de Gus Van Sant, un realizador siempre afín a la temática homosexual -recordemos Mi Idaho privado- y que aquí ha conseguido responder a las convenciones de un cine hollywoodiense sin renunciar a sus intereses; en definitiva, sin venderse.

Apenas unas semanas después, y de manos de Ron Howard, un director que nunca ha tenido que venderse porque siempre fue un artesano todoterreno, se estrenó El desafío: Frost contra Nixon, versión cinematográfica de una obra teatral que ya fue interpretada sobre el escenario por los dos actores que ahora repiten: Michael Sheen como el periodista David Frost, y un inconmensurable Frank Langella como Richard Nixon, alias Dick ‘el Mentiroso’, también nominado pero no premiado por la Academia evitando así un curioso ex aequo liberal y conservador a un tiempo.

Lo que sí se debe al nombramiento de Obama como máxima autoridad de la primera potencia mundial es un hecho único en la televisión de nuestro país: en el día del nombramiento oficial del nuevo dirigente, Televisión Española emitía en rigurosa primicia, sin pasar por los cines y apenas unos meses después de su estreno estadounidense, W., película dirigida -esta sí- por Oliver Stone y que relata el auge y caída de George Bush Jr. , uno de los presidentes menos populares en toda la historia de su país; el tiempo dirá si logra arrebatar el dudoso honor de ser el número uno en esta encarnizada pugna al mismísimo Nixon.

Por cierto: aunque el film está lejos de la calidad de las otras películas presidenciales de su director, JFK y Nixon, al bueno de Bush le da vida un espléndido Josh Brolin, actor que cada vez nos gusta más... y que también interpretaba a un político nada popular en la citada Milk. Este hombre se nos va a encasillar. Y Oliver Stone también.

Mi nombre es Harvey Milk y El desafío: Frost contra Nixon se proyectan en cines de toda España.

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