Este Gobierno del Partido Popular con Mariano Rajoy al frente, no ha parado de recortar derechos fundamentales desde que tomó posesión hace dos años. Ha sido un goteo constante de recortes en educación, servicios sociales y sanidad.
Hay un relato que dice que si a una rana en agua fría la pones en el fuego, si este fuego es muy rápido, la rana saltará, en cambio si es un fuego lento la rana terminará cocida. Esto es lo que están haciendo con la ciudadanía de este país, nos están cociendo a fuego lento; van recortando a distintos colectivos, que si a los sanitarios, que si después a los educadores, después a los jubilados, y así sucesivamente. Pero con el ritmo suficiente para que no nos demos cuenta de que vamos a perder todos los derechos que tanto ha costado conseguir.
Lo último que ha hecho este gobierno es incluir en el copago los medicamentos de dispensación ambulatoria en el hospital, es decir, que a partir de ahora si tienes enfermedades como cáncer, tumores cerebrales, leucemia, artritis reumatoide o hepatitis crónica, vas a tener que pagar un 10% de los medicamentos que necesitas para vivir.
En un país que ha desprotegido totalmente el despido, en el que hay más de seis millones de parados, obligas a pagar, aunque el máximo sea de 4,2 euros por envase, a gente que ya tiene suficiente desgracia con padecer la enfermedad, y que seguramente tendrá que elegir entre comer o pagarse la medicación. Es una limpieza ideológica la que pretende el Partido Popular con esta medida.
No puede ser que una sociedad avanzada como la nuestra deje en la cuneta a personas que, en la difícil situación en que se encuentran, necesitan de todo el apoyo posible para superar su enfermedad. Para realizar un tipo de medida así no hay que tener ni alma ni corazón.
