Editorial

Una elección inapropiada

La alcaldesa de Villena, Celia Lledó, cometió el pasado lunes un error al convertir el acto de repulsa y condena por el último atentado de la banda terrorista ETA en una proclama partidista a favor de la postura popular, lo que ha suscitado las inevitables quejas de la oposición, en esta ocasión más fundadas que nunca.
Sorprendentemente, y más aún tras conocer la mesura, la responsabilidad y el sentido de Estado con que los máximos dirigentes del Partido Popular –junto al resto de fuerzas políticas democráticas– han respondido al asesinato a manos de los terroristas del Guardia Civil Raúl Centeno, Celia Lledó hizo bandera de las reivindicaciones de diversas asociaciones –Fundación Miguel Ángel Blanco, Nuevas Generaciones del Partido Popular o la Fundación para la defensa de la Nación Española– cuya única razón de ser durante los últimos años ha sido la oposición frontal a la política antiterrorista impulsada por el Gobierno de la Nación, quebrando así una unión de hecho que había acompañado a la democracia española desde la aprobación de la Constitución del 78: la política antiterrorista la fija el gobierno y el resto de fuerzas políticas, así como el conjunto de la sociedad española, hacen piña a su alrededor.

La utilización de un mensaje partidista en un acto que debió ser de todos –porque todos los demócratas rechazamos y condenamos la vil actuación de ETA, ahora y siempre–, no hace sino echar más leña al fuego en la enrarecida vida política local, cuyos niveles de crispación, lejos de disminuir tras las pasadas elecciones, no han hecho más que aumentar desde entonces, echándose a perder una buena oportunidad de demostrar a la ciudadanía que la clase política, más allá del legítimo y necesario enfrentamiento partidista, es capaz de cerrar filas cuando la ocasión lo requiere y posicionarse de manera clara e inequívoca en contra de la barbarie y la sinrazón de los terroristas.

Desgraciadamente, mientras se cierra esta edición, ha fallecido en Bayona Fernando Trapero, el segundo agente tiroteado el pasado sábado en Francia. Ignoramos si el ayuntamiento tiene previsto convocar una nueva manifestación de repulsa y condena, pero de ser así, la alcaldesa tendría una oportunidad de oro para corregir su error y encabezar, como legítima representante de todos los villeneros, una protesta en la que debería quedar más que claro que, frente al terror, todos los demócratas estamos unidos por encima de siglas, intereses partidistas o personales. La memoria de los dos fallecidos, y de todos los que les han precedido, se merece mucho más que una triste disputa entre demócratas.

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