Editorial

Una gran noticia

Tal y como ha desvelado en rigurosa primicia El Periódico de Villena desde su página web a comienzos de esta semana, los integrantes de la Mesa de Contratación constituida para adjudicar la construcción, gestión y mantenimiento de la piscina cubierta municipal han podido conocer ya el proyecto, un proyecto que ha colmado las aspiraciones más optimistas y que la propia alcaldesa, Celia Lledó, ha calificado como “espectacular”.
A falta del estudio pormenorizado del proyecto económico-financiero, que deben realizar los funcionarios municipales para certificar que la propuesta cumple lo exigido en el pliego de condiciones redactado por el ayuntamiento, lo cierto es que el proyecto cuenta ya con todas las bendiciones, y de no mediar alguna sorpresa de última hora, será aprobado y adjudicado en el primer Pleno ordinario a celebrar tras el paréntesis estival, es decir, en septiembre, cumpliéndose así el planteamiento original del equipo de gobierno, que quería aprovechar el Pabellón Festero durante este verano para la realización de galas festeras y presentaciones antes de dar paso definitivo a la construcción de una infraestructura demanda por la ciudadanía de Villena desde hace ya demasiados años.

Al margen de discusiones como lo apropiado o no de la ubicación de la piscina y el resto de servicios que la acompañan (aunque nosotros consideramos que el lugar elegido es inmejorable, ya que se encuentra en pleno centro y es totalmente accesible a todos sus usuarios), sin lugar a dudas ésta es una noticia objetivamente buena para Villena y sus ciudadanos, por lo que no sabe sino felicitar a quienes lo han hecho posible y desear que se produzca pronto la adjudicación, las obras transcurran con fluidez y sin problemas y el acabado sea tal y como todos esperamos y deseamos.

No obstante, aún son muchos los compromisos a los que debe hacer frente el equipo de gobierno, empezando por su proyecto estrella, la rehabilitación de la plaza de toros, sobre la que pesa la duda de los problemas de tesorería de la Generalitat, y más en el contexto económico actual, que va a obligar a recortar notablemente el presupuesto autonómico de inversiones para el próximo ejercicio. Con todo, el optimismo reina en la casa Consistorial, donde se sostiene que el dinero está listo y únicamente falta una última autorización para arrancar con las obras. De ser así, y a falta de concretar otros proyectos como el traslado del Conservatorio al Teatro Chapí o la llamada Zona Zero, no cabe duda de que la maquinaria está bien engrasada y poco a poco se va cumpliendo con lo prometido.

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