Abandonad toda esperanza

Uno de los nuestros

Abandonad toda esperanza, salmo 175º
Este podría ser el año de Roberto Saviano... si le dejan. Ya sabrán ustedes que desde que publicó su controvertido Gomorra, luego llevado al cine con éxito y aplausos de la crítica, el italiano se ha convertido en el hombre más buscado por la Camorra napolitana, que no puede tolerar que sus miserias y sus métodos de trabajo sean expuestos a la luz con premeditación y alevosía. Esto es, con la misma impunidad con la que sus miembros roban y matan. Por ello la mafia que gobierna Nápoles desde la sombra ha puesto precio a su cabeza, convirtiéndolo en el nuevo Salman Rushdie del siglo XXI.

Pese a ello, aunque siempre protegido por una escolta, Saviano visitó Barcelona Negra este mismo año, y me gustaría pensar que podremos verlo en la futura Semana Negra de Gijón. Y vino para demostrar que es mucho más que su obra más célebre presentando Lo contrario de la muerte, un breve pero muy recomendable volumen que recoge dos relatos en los que vuelve a retratar ese microcosmos que conoce tan bien, revelándose a continuación como un digno heredero de Rossellini, De Sica, Visconti y demás realizadores que dieron empaque a uno de los movimientos cinematográficos más importantes del siglo XX: el neorrealismo italiano.

Eso sí: no esperen ver en Lo contrario de la muerte a ningún mafioso glamuroso al estilo de Vito Corleone o Tony Soprano. Para ello tendrán que remitirse al citado Gomorra o, cambiando de tercio, a la que me parece la mejor novela negra publicada en lo que va de año, y probablemente una de las diez mejores de los últimos tiempos: Delitos a largo plazo. Viene firmada por Jake Arnott -otro al que me gustaría ver por la localidad asturiana el próximo julio-, un autor cuya obra está plagada de referencias culturales que le han valido la etiqueta de "el James Ellroy británico". Esta primera novela supuso en el Reino Unido un fenómeno mediático como no se había visto desde Trainspotting de Irvine Welsh, e inauguró lo que se ha venido a llamar la "Trilogía de Harry Starks", un corpus literario con reminiscencias de otra memorable saga de la novela policíaca contemporánea: el "Cuarteto de Los Ángeles" del propio Ellroy.

¿Quién es Harry Starks? Podrían preguntárselo a los cinco protagonistas de las otras tantas partes de Delitos a largo plazo, cinco personajes a cuál más memorable que tienen en común el haber tratado con este gángster homosexual y psicopático inspirado en Ronnie Kray, uno de los célebres hermanos gemelos Kray que controlaron buena parte de los negocios ilegales del "Swinging London" de los 60. Este mundo es el que protagoniza una novela que considero ejemplar, aunque no dispongo del espacio suficiente para argumentárselo: solo me permitiré destacar la última y más arriesgada parte, que a la hora de narrar la estancia de Starks en la cárcel se permite el uso de un registro académico que acerca la novela a las peligrosas fronteras del ensayo, sin aburrir jamás al lector, y alcanzando unas dimensiones de las que muy pocos, libros y autores, pueden presumir. No dejen escapar esta magnífica novela.

Lo contrario de la muerte y Delitos a largo plazo están editados por Debate y Mondadori respectivamente.

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