Villena capta inversión a base de sostenibilidad
La Comunidad Valenciana está apostando sin reparos por la energía renovable como uno de sus principales motores de desarrollo
A lo largo de estos últimos años, la sostenibilidad se ha posicionado como uno de los principales retos del siglo XXI a escala global, algo que requiere de decisiones y estrategias coordinadas para abordar los cambios del futuro sin comprometer a las próximas generaciones.
De esta manera, no es de extrañar que en España se estén dando pasos en este sentido, impulsando políticas públicas e inversiones que requieren del trabajo conjunto del sector privado y la administración. Asimismo, la Unión Europea sirve de marco común en todo este proceso, marcando los objetivos y calendarizándolos de una forma que sea realista e implique trabajar con decisión en un proyecto común.
En este contexto, la provincia de Alicante no se ha quedado atrás, proyectando junto a Iberdrola una planta fotovoltaica de gran tamaño en el municipio de Villena. De hecho, se estima que la instalación llegará a costar unos 24 millones de euros, generando unos 250 puestos de trabajo en la región y demostrando que la Comunidad Valenciana está apostando sin reparos por la energía renovable como uno de sus principales motores de desarrollo.
Por un lado, merece la pena señalar que este tipo de iniciativas son fundamentales en la provincia, ya que permiten aprovechar al máximo unas condiciones climáticas privilegiadas y una situación geográfica que permite muchas horas de sol durante todo el año. Gracias a ello, los municipios alicantinos tienen la posibilidad de reafirmarse como pilares energéticos para nuestro país, convirtiendo a España en un referente en cuanto a las energías limpias.
La tecnología, una de las herramientas más importantes en este ámbito
Por otro lado, no podemos pasar por alto otro factor fundamental en todo este proceso, debido a que la tecnología se convierte en la gran aliada para alcanzar la sostenibilidad a lo largo de la próxima década. Así, este tipo de instalaciones eran impensables hace unos pocos años, pero la innovación y el desarrollo digital nos han permitido superar los principales retos a los que se enfrenta nuestra sociedad desde hace mucho tiempo.
Este fenómeno no es nuevo, ya que lo hemos podido observar en muchos sectores punteros como la automoción, la telefonía móvil o el llamado “Internet de las cosas”. De hecho, el desarrollo de los Smartphones ha sido espectacular y es una tendencia que se mantendrá a medio plazo según reflejan todos los pronósticos, debido a la inversión que obtienen las principales compañías que se dedican a las telecomunicaciones.
Una de las industrias punteras en este ámbito es la del ocio y el entretenimiento, que se ha afianzado como uno de los principales motores económicos de esta era digital. De este modo, las plataformas de streaming, el comercio electrónico o el eGaming han conseguido desplazar por completo a sus competidores tradicionales, aumentando un nicho de mercado que no deja de crecer a través de la red.
Una de las claves de estos modelos de negocio tiene que ver estrechamente con la diversificación, al mismo tiempo que generan una gran confianza en los usuarios y esto se termina traduciendo en fidelidad. Por ejemplo, el juego online no solo nos ofrece un centenar de títulos para pasar el rato, sino que pone a nuestra disposición a los expertos más fiables y sus reseñas, con la intención de que el cliente cuente con toda la información que necesite.
Estos retos requieren de una coordinación público-privada eficaz
Finalmente, si extrapolamos este tipo de estrategias a las iniciativas público-privadas, podemos apreciar que serían imposible sin una coordinación eficaz que nos afecta de forma transversal. Por consiguiente, la inversión que va a realizar Iberdrola en Villena sería impensable sin los esfuerzos que están haciendo todos los países de la Unión Europea en conjunto, al mismo tiempo que el sector privado se está volcando con una serie de inquietudes que empiezan a influir de forma transversal en nuestras sociedades.
Además, esto permite que los municipios de la provincia de Alicante capten inversión tanto a nivel nacional como internacional, algo que posteriormente repercute directamente en los ciudadanos. Uno de los casos más notables tiene que ver con la creación de puestos de trabajo, pero este tipo de influencia se acaba expandiendo a todos los sectores de la economía de la región.