Villena garantiza el suministro de agua para el consumo humano, aunque todavía no se sabe a qué precio

El edil de Aguas, Antonio Pastor, ha ofrecido una larga comparencia para explicar la situación del suministro para el consumo de la ciudad tras el problema generado con la avería del pozo San Francisco, cuya subvención no está aún asegurada por parte de Diputación, y que podría estar reparado a mediados de julio tras una larga concatenación de problemas técnicos.
El concejal ha repasado largamente el proceso de arreglo, en el que las partes implicadas –concesionaria del servicio de agua potable, ayuntamiento, Diputación y la empresa local Sondeos Martínez, a la que ha agradecido intensamente su esfuerzo y disposición– se han debido enfrentar a numerosos retos debido a la rotura de la “camisa” interior del pozo –su rotura impedía colocar una “camisa” nueva más estrecha, dentro de la antigua, pues los tubos se atascaban al bajarlos–, a la profundidad del mismo y a la existencia de cieno y lodos en su punto más bajo, a más de 300 metros de profundidad.

Precisamente la incertidumbre sobre esos trabajos, comenzados, parados por problemas, vueltos a retomar… y que se espera que puedan finalizar a mitad de julio, ha obligado al ayuntamiento a actuar antes de conocer la recepción o no de la subvención de la Diputación, confirmada por escrito el pasado 14 de junio por importe de 102.411 euros. De haber esperado a dicha confirmación –decía Pastor– “nos encontraríamos ahora con un grave problema de abastecimiento, pues la comunidad de Regantes de la Huerta y Partidas, que nos está abasteciendo de urgencia, tiene el pico de demanda de sus regantes del 15 de junio al 31 de julio, y no podríamos tomar agua de ahí, o podríamos hacerlo en base al interés general, pero eso podría tener un elevado coste económico y judicial”.

Así las cosas, el edil no estaba en situación de garantizar que la subvención vaya a cobrarse –porque, entre otras cosas, la convocatoria contempla que ejecute la actuación la propia Diputación–, pero “tampoco se ha perdido, porque hay argumentos como la urgencia a los que nos podemos acoger”, así que el destino de ese dinero está por ver. En cualquier caso, Pastor pedía a la oposición “no polemizar ni buscar responsabilidades en este asunto. La situación del sistema de abastecimiento de agua es achacable a todas las Corporaciones anteriores, y estamos hablando de una cuestión vital que interesa resolver de manera definitiva sin ser politizada”.

Suministro garantizado
Al margen del pozo San Francisco, explicaba el edil, la situación ha servido para conocer el estado global de la red de abastecimiento de Villena, y ésta presenta graves problemas estructurales “que nos podían haber conducido a una situación muy complicada”. Al margen del pozo San Francisco, Villena se abastece de otros dos bombeos: Mina Rosario y el pozo Solana, pero debido al estado de sus conducciones “es desaconsejable meter más agua, porque podrían romperse por la presión”. Por ello, añadía, lo que hemos hecho ha sido “buscar una fuente alternativa de auxilio, y hemos descubierto que Conselleria hizo una conducción en 2001, recepcionada en 2003 por el ayuntamiento, para conectar del depósito que tiene la comunidad de regantes en el Morrón con la red de abastecimiento de Villena, una tubería de 8 kilómetros que en su día no se llegó a conectar y estaba abandonada. Ahora el ayuntamiento ha realizado esa conexión y desinfectado la tubería, por lo que ya podemos decir que, independientemente de lo que tarde en arreglarse el pozo San Francisco, el suministro está garantizado”.

La cuestión económica
Eso sí, todas estas actuaciones no han salido gratis al ayuntamiento. Según Pastor, que hablaba de memoria, el coste del primer tubo introducido en el pozo ha sido de unos 50.000 euros, por 60.000 del segundo, el que finalmente ha conseguido llegar hasta el final del pozo. A ello hay que sumar 17.000 euros de reparaciones que debe asumir el ayuntamiento, y no Aqualia, más unos 11.000 de los arreglos que ha habido que hacer en la tubería que viene desde el Morrón, donde se han detectado dos fugas. Y por último, el precio del coste del agua que el ayuntamiento ha comprado hasta el momento a los regantes más el gasto energético de la nueva conexión desde el Morrón.

Además, queda otro proyecto pendiente por acometer, la conexión con la red del pozo de las Ánimas, proyectada en 2004 y jamás ejecutada, y que “intentaremos acometer, al menos de forma básica, durante esta legislatura”, decía Pastor, que insistía en pedir unidad a los partidos políticos y agradecía el trabajo de Aqualia, de la Junta Central de Usuarios del Alto Vinalopó, el personal de las comunidades de regantes, los técnicos municipales, Francisco Ruiz Torró y Vicente Marco, de la Comunidad de Regantes de la Huerta y Partidas, y Paco Martínez de Sondeos Martínez, “entidades, personas y empresas que han trabajado muy duro para intentar resolver de la mejor manera posible un problema muy grave y que ya está en vías de solución”, concluía.