Política

Villena, un “polvorín municipal” según ABC

La parálisis que vive el Ayuntamiento de Villena desde hace semanas es sólo el reflejo de una situación que comienza a extenderse por varios consistorios alicantinos gobernados por los populares. Todo ello, en un momento especialmente delicado para las corporaciones locales, que encaran un año de «vacas flacas» como consecuencia de la falta de financiación y la caída de la recaudación fiscal.
La ajustada victoria de José Joaquín Ripoll por sólo cinco votos de diferencia en el congreso provincial del PP no ha contribuido precisamente a cerrar las heridas en el seno del partido. Muy al contrario, la renovada dirección provincial ha abierto una indisimulada «caza de brujas» contra los altos cargos municipales que apoyaron la candidatura alternativa de Manuel Pérez Fenoll.

Tras la asamblea del 10 de noviembre en la que fueron elegidos los compromisarios de Villena para el cónclave popular, la alcaldesa Celia Lledó -afín a Ripoll- se reunió por separado con los ocho concejales de su equipo de gobierno que se habían sumado a la candidatura de Pérez Fenoll. Al edil de Sanidad y Consumo, Juan Carlos Pedrosa, le exigió que entregara el acta de concejal, mientras que a otra concejal, Virtudes Amorós, le retiró verbalmente las competencias. A otros ediles les anunció su intención -no materializada de momento- de destituir a dos de sus tenientes de alcalde. Al resto, simplemente, les acusó de «traición» y de falta de lealtad.

Desde entonces, las relaciones entre Lledó y la mayoría de su equipo de gobierno (sólo tres ediles le siguen siendo fieles) están prácticamente rotas. «El año pasado, a estas alturas», explicó ayer a ABC uno de los afectados, «ya habíamos tenido cinco reuniones de coordinación para preparar los presupuestos. El pasado mes de octubre, cada concejalía presentó sus necesidades y no hemos vuelto a tener noticias. Ni siquiera se sabe cuándo se aprobarán las cuentas de 2009».

La propia alcaldesa ya ha anunciado a sus ediles que no piensa volver a convocar las reuniones de coordinación que celebraban todos los lunes, antes de la junta de gobierno. Mientras tanto, numerosos proyectos y trámites administrativos están paralizados.

Pero ha sido la propia dirección provincial presidida por Ripoll la que ha alentado la purga postcongresual. Tras la primera reunión de la nueva junta, la secretaria de comunicación, Gema Amor, anunció la apertura de un expediente disciplinario -así lo recogieron todos los medios- a los ocho concejales de Villena que apoyaron a Pérez Fenoll.

El expediente que nunca existió
Como pretexto, Amor les acusó de haberse abstenido en una comisión informativa durante la votación de dos proyectos del gobierno municipal, a pesar de que dos de ellos ni siquiera son miembros de dicha comisión. Apenas unas horas después, el secretario general del PPCV, Ricardo Costa, se vio obligado a desmentir a Amor y aclaró que no se ha abierto ningún expediente porque la dirección provincial no tiene competencias para ello.

En todo caso, se ha creado una comisión de seguimiento -de la que forman parte Carlos Mazón, Fernando Pastor y el coordinador comarcal Juan Molina- para analizar la situación del partido en el municipio. En función de sus conclusiones, se enviará el expediente a Madrid y Valencia.

Autor: M. A. Ruiz Coll
Fuente: ABC

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