Abandonad toda esperanza

Viñetas empoderadas

Abandonad toda esperanza, salmo 675º

Como ya habrán notado, de vez en cuando les recomiendo algunos cómics de una temática de la que me interesa mucho su evolución dentro del mundo de las viñetas: el relato biográfico. Y lógicamente, ante el ninguneo histórico que ha sufrido de forma sistemática el género femenino, parece ser que el número de cómics protagonizados por figuras masculinas es considerablemente superior al que tiene a mujeres como personajes centrales. Por fortuna, esto parece estar cambiando: ya el año pasado, por la celebración del Día Internacional de la Mujer, pude recomendarles tres títulos protagonizados por la científica Marie Curie, la cineasta Alice Guy y la actriz Hedy Lamarr; en esta ocasión, ni siquiera me ha parecido oportuno esperar a que llegue tal efeméride para comentarles otros tres títulos más.

Retrato de una joven Rose Wilder Lane

Quién nos iba a decir a los aficionados hasta hace bien poco que uno de los adalides de esta reivindicación feminista iba a ser un enfant terrible del tebeo independiente como Peter Bagge. El padre de los personajes que pueblan Mundo idiota, el creador del Buddy Bradley de Odio, el firmante de Sudando tinta, y por tanto poseedor de una de las miradas más satíricas y corrosivas del cómic contemporáneo, es también el responsable de -por el momento- tres retratos de sendas pioneras del feminismo del siglo XX: Margaret Sanger, Zola Neale Hurston y Rose Wilder Lane. Si las dos primeras protagonizaron respectivamente sus novelas gráficas La mujer rebelde y Fire!!, la última es a quien dedica su más reciente propuesta: Credo. En sus páginas, y sin renunciar al estilo visual, el humor irónico y la perspectiva crítica de los que siempre ha hecho gala, Bagge relata la vida y milagros de esta escritora, periodista y corresponsal de guerra, considerada -junto a sus colegas Isabel Paterson y Ayn Rand, la autora de El manantial- como la fundadora del movimiento libertario estadounidense.

Rose, Isabel Paterson y Ayn Rand, vistas por Peter Bagge

Tal vez algunos de ustedes conozcan a Rose Wilder Lane como uno de los personajes de La casa de la pradera, pues su madre fue Laura Ingalls Wilder... y por lo que cuentan sus biógrafos, Bagge incluido, muy probablemente fue la coautora en la sombra, junto a aquella, de los libros en los que se basó la popular serie de televisión. Pero lo que más interesa al autor de Apocalipsis friki es que Lane, que tras pasar por una infancia repleta de penurias económicas acabó convirtiéndose en una de las escritoras mejor pagadas de su tiempo, desafió todas las normas establecidas para convertirse en una defensora de los derechos de las mujeres que predicaba con el ejemplo. El resultado de la fascinación de Bagge por su figura es una novela gráfica de lectura indispensable para quienes quieran descubrir cuánto ha influido esta mujer en la política y la sociedad de nuestro tiempo.

Tamara de Lempicka posando junto a una de sus obras

Mientras Rose Wilder Lane ponía patas arriba muchos de los prejuicios y las convenciones de su época, al otro lado del océano otra feminista avant la lettre se convertía en una figura insustituible de la pintura art déco... y también de la vida nocturna parisina. Frente al origen humilde de aquella, la polaca Tamara de Lempicka nació en el seno de una familia acaudalada y contó con una educación refinada. Pero aprender bien temprano buenos modales y normas de protocolo no le impidió, una vez se trasladó a París junto a su primer marido, escandalizar a la sociedad bien pensante del momento con sus retratos de desnudos... y con una conducta promiscua que revelaba su condición bisexual sin ambages.

La novela gráfica sobre la pintora muestra parte de su proceso creativo

Aunque la carrera de la artista es mucho más longeva y llega hasta Estados Unidos (donde colaboraría con Willem de Kooning y Georgia O’Keefe) y México (donde acabaría sus días en 1980), la guionista Virginie Greiner y la dibujante Daphné Collignon han decidido centrarse en su etapa francesa y en su búsqueda de un ideal femenino que acabaría retratando en uno de sus cuadros más célebres: La bella Rafaela. Como suele decirse, en este caso importa más el viaje que el destino, pues aquel se acaba convirtiendo en un relato gráfico que, al margen de reproducir puntualmente la fascinante obra de su protagonista, se convierte en un arte bello en sí mismo.

Una de las fotografías de la legendaria Mata-Hari que se conservan

También cuenta con autoría femenina, al menos en el apartado gráfico, el álbum Mata-Hari, que recupera la obra que se publicó de forma serializada en la revista Totem el Comix a comienzos de los años noventa. Como revela su título, la protagonista de la obra es la famosa bailarina y cortesana de principios del siglo pasado, de nombre real Margaretha Geertruida Zelle, que tuvo romances discretos con numerosos miembros de la alta sociedad, sobre todo políticos influyentes y militares de alto rango. Mata-Hari hizo de sí misma algo muy difícil de alcanzar: un mito en vida. Tanto es así que pronto surgieron muchas imitadoras, pero ninguna de ellas estuvo a su altura; y tampoco ninguna logró brillar particularmente tiempo después de que la original fuese fusilada en 1917 por espiar para el gobierno alemán durante la Primera Guerra Mundial.

Una muestra del brillante trabajo gráfico de Marika Vila

Aunque estas acusaciones de espionaje y alta traición parecían lógicas para la época, no contaron con pruebas concluyentes y se basaron en hipótesis no probadas que hoy en día serían del todo insostenibles en el transcurso de un juicio moderno. Por ello, para los autores de la obra, la espía Mata-Hari fue ajusticiada sobre todo por su condición de mujer adelantada a su tiempo. Estos autores son mi querido amigo el escritor Andreu Martín y la dibujante Marika Vila; y que se destaque el nombre de la segunda y no del primero en la cubierta (y en esta misma columna, en negrita) no es un ejemplo de discriminación positiva: el volumen incluye también dos historias cortas, “Circe” y “Devil-idad”, escritas por otro grande de entre los guionistas de cómics nacionales como es Felipe Hernández Cava. Además, es de justicia señalar que la recuperación de todo este material, verdaderamente encomiable, permite disfrutar con colores “remasterizados” y una nueva rotulación del exuberante trazo de una ilustradora de la que venía clamando al cielo una reivindicación tan justa como necesaria. Como la de muchos personajes históricos, dicho sea de paso; y la mayoría de ellos, vaya por dónde, mujeres.

Nota bene.- Los tres libros cuentan con un nutrido apartado de documentación textual y gráfica sobre sus respectivas protagonistas; lo cual, además de avalar el rigor de cada una de estas aproximaciones biográficas, eleva al noveno arte a un nivel de referencia académica. Lo que no es poca cosa, al menos de momento.

Credo (Rose Wilder Lane, la feminista libertaria), Tamara de Lempicka y Mata-Hari están editados por La Cúpula, Planeta Cómic e Isla de Nabumbu respectivamente.




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