Ya no hay máscaras
Ahora que ya se han caído todas las máscaras y todos conocemos quién es cada cual en este panorama político de Villena convertido en circo sin gracia alguna, es momento de sacar al tapete todas las cartas, todas las realidades y plantearse el futuro con el único objetivo que debía estar sobre la mesa municipal: El futuro de Villena.
Todo lo que acontece, toda esta lucha de Poder que estamos presenciando y que para la mayoría tiene como principal causante el ensimismamiento político de la Presidenta del PP local, no redunda en nada bueno para nuestra ciudad y es, por tanto, la propia Villena la que pagará, una vez más, las consecuencias de un juego de intereses particulares de unos pocos en detrimento de los intereses generales de toda una ciudad, incluso de la comarca.
Quedan dos años y pico de legislatura, por tanto, debemos pensar ya en ejecutar proyectos interesantes para la ciudad, para su futuro, y dar soluciones reales a problemas reales que llevamos arrastrando desde hace décadas y a los que nadie, ni siquiera una amplia mayoría absoluta, es capaz de poner fin. Vamos a no dejarnos engatusar por unos pocos, vamos a hacer el esfuerzo los villeneros (y villeneras, claro) de exigir que, de una vez por todas, nuestros políticos trabajen para nosotros y no para ellos mismos. Que no nos pongan delante el palo con la zanahoria y nos hagan mirar para otro lado alejándonos de los verdaderos problemas que tenemos y que no solucionan.
Esta kafkiana legislatura acabará, por suerte o por desgracia, dentro de un par de años, pero mientras tanto creo que es un ejercicio de responsabilidad compartido por todo el pueblo tratar de enderezar el rumbo y sacar adelante cuantos más proyectos mejor. No es el momento de mantener escenarios idílicos de realidad virtual, Villena está escarmentada y no quiere falsas realidades, sino soluciones tangibles.
Me parece oportuno recurrir a las hemerotecas, incluso a consultas con personas que conocen bien lo acontecido en años precedentes, para que nos aporten su luz, ahora que por causas de fuerza mayor se revela necesaria la presencia de la oposición en las Juntas de Gobierno de donde no debió salir nunca entono el mea culpa por dar soporte en su día a esa decisión de Celia y poner sobre esa mesa los proyectos que había y que se quedaron en cartera, sea por un ejercicio de estrangulamiento político o administrativo dejando sin financiación esos proyectos. Si son los mismos y ahora hay financiación para acometerlos, gracias a que el Gobierno de Zapatero o el de Camps así lo han aprobado, no nos dejemos desviar la atención con inútiles rehabilitaciones pensadas para unos pocos y vayamos a engrandecer Villena con proyectos menos grandilocuentes pero que serán aprovechados por la inmensa mayoría de la ciudad.
Es oportuno sacar a colación el famoso tema de las vías del tren, aquel famoso alejamiento (logrado según Lledó) o soterramiento (logrado según Tortosa) y que venga el conseller correspondiente y se siente junto a quien corresponda y nos den la solución definitiva a este problema real que tiene Villena históricamente.
Mientras tanto, mientras acaba esta triste legislatura, demos tiempo a quien corresponda, en especial a Celia, para que reflexione acerca de lo que ha acontecido y aunque sea sólo pensando en lo que dirá de ella la historia que encuentre una solución propia.
Llegados a este punto, me gustaría poder decirle a Francisco Camps: Querido Presidente, te pido por favor que cambies el sentido de tus inversiones. Que hables de la solución de las vías del tren a su paso por Villena y digas aquello de: Villena, permite que esto y no la Plaza de Toros, lo pague yo.