Opinión

Ni zorras ni chacales. Libres

Una canción desacertada que millones de jóvenes y mayores tararearán, normalizando su mensaje machista a nivel europeo

Sinónimos de "zorra" según la RAE: prostituta, meretriz, puta, furcia, ramera, fulana, pelandusca.

La canción “Zorra” ha quedado ganadora en el Benidorm Fest y representará a nuestro país en Eurovisión. El avance logrado con esfuerzo por nuestras jugadoras de fútbol para visibilizar y acabar con el acoso y abuso masculino sobre las mujeres, que ha sido ejemplo para el deporte femenino de todo el mundo, da un retroceso de gigante con el contenido de esta canción que millones de jóvenes y mayores tararearán, normalizando su mensaje machista a nivel europeo.

La cantante Mery Bas en la primera parte de su canción "denuncia" que un hombre la llama "zorra" “por salir sola, por divertirse por la noche, por volver a casa de madrugada, por conseguir lo que quiere”. Refleja perfectamente el calificativo que, no solo los hombres sino también socialmente todavía hoy, se les da a las mujeres en esas situaciones. Si encima reciben una agresión se justifica por la ropa que llevamos puesta (demasiado escotada o corta), por la pose que adoptamos (bastante provocativa), la mirada que echamos (muy lasciva)… la enumeración resulta interminable.

Calificándonos de “zorras” nos culpabilizan de lo que nos pase y esa misma palabra les sirve a ellos para exculparse. Si todas somos unas zorras nos lo hemos buscado y sus actos y agresiones quedan justificados, los de las manadas, los de los compañeros sentimentales, los de los varones cercanos y extraños. Hartas estamos de tener que justificarnos nosotras por las agresiones que recibimos, hartas de que no nos crean, hartas de que la conducta de ellos como animales irrefrenables no sea cuestionada por nadie.

Tras esta introducción la cantante de Nebulossa nos transmite que “está en buen momento, que se come el mundo, está decidida a gritar lo que siente, está reconstruida por dentro”. Ahora la canción muestra su fuerza interior, la lucha que las mujeres llevamos siglos sosteniendo para avanzar, por tener iguales oportunidades, por ser lo que nos propongamos, por sentirnos bien con nosotras mismas, y nos hace identificarnos con ella porque lo estamos consiguiendo.

Cuando ya se siente empoderada y con fuerza, y nos la hace sentir a nosotras, en vez de luchar por que la respeten, por que la dejen vivir como quiera sin tener que soportar violencia machista verbal y psicológica a cada paso, por hacer valer sus derechos y su valor, inexplicablemente en el estribillo... nos deja caer a todas las mujeres al abismo.

Nos propone tres estrategias ante el acoso que recibimos por parte de los hombres. La primera que “todo nos dé igual”, lo que significa que aceptemos el insulto en vez de rebelarnos. La segunda que nos apropiemos del insulto y salgamos vencedoras convirtiéndonos como ella misma lo hace en “zorras de postal". La tercera que si es necesario “nos pongamos viscerales y de zorra pasemos a chacal”.

Ninguna de las tres nos sirve porque ninguna de las tres empodera a las mujeres.

“Que todo nos dé igual” nos propone claudicar de nuestra exigencia de acabar con la violencia machista que recibimos cotidianamente las mujeres en todos los ámbitos de nuestra vida y no estamos dispuestas a ello. Miles de mujeres siguen siendo diariamente insultadas, menospreciadas, acosadas, maltratadas, violadas y asesinadas en nuestro país por no acatar las exigencias de los varones más cercanos.



Llamarnos “Zorras” es un calificativo ofensivo que nos define en función de la relación que mantengamos con los hombres y no por nosotras mismas. La insistente repetición de la palabra zorra en la canción es humillante, insultante y despreciativa para todas las mujeres, no nos empodera como pretende hacernos creer. Las feministas lo que queremos y llevamos años reclamando es ser “Libres”. Libres de estereotipos y roles sexistas que nos marcan cómo comportarnos, cómo vestir, cómo vivir, cómo sentir o cómo disfrutar. Libres de violencia machista que nos condiciona, atemoriza o agrede fruto de una cultura patriarcal que nos silencia y nos trata como inferiores. Libres de tomar las decisiones que queramos con respecto a nuestro cuerpo o de mantener relaciones sentimentales o terminarlas si nos resultan insatisfactorias. Libres para llegar a ser lo que queramos ser porque nos lo merecemos. “Libres” sí es la palabra que nos empodera.

“Chacales”, nunca. No estamos a favor de la utilización de la violencia como método de resolución de conflictos entre los seres humanos. Las feministas no buscamos el enfrentamiento entre mujeres y hombres sino todo lo contrario. Trabajamos por una convivencia y unas relaciones igualitarias, justas y pacíficas que solo llegarán cuando se nos trate igual y se nos den las mismas oportunidades, el mismo valor y tengamos los mismos derechos y responsabilidades las mujeres que los hombres. El beneficio es para la sociedad en su conjunto.

Lo contrario de Machismo es Hembrismo, no Feminismo. Esta canción puede ser si quieren un himno Hembrista, a ver quién puede más, pero en ningún caso puede ser cantada como Himno Feminista porque no lo es. No en nuestro nombre.

Ni zorras ni chacales. Seamos libres.

Por: Catalina Hernández. Colectivo Luna de Mujeres de Villena

(Votos: 25 Promedio: 2.9)

5 comentarios

  1. Pienso que precisamente hay libertad en llamarse a una misma «zorra», en coger el término y reapropiárselo. Pasó con la comunidad negra con la «n-word» y con el colectivo LGTBIQ+ con el «maricón». Las palabras se reapropian dentro del colectivo para ser usados dentro de éste con una intencionalidad de complicidad pero también política.
    La palabra «zorra» no es peyorativa en sí misma, sino que es una connotación que se le ha dado después azuzada por el patriarcado y el machismo. En mi caso, cuando canto la canción, lo que siento es que le estoy quitando ese significado negativo y lo estoy haciendo mío, estoy resignificando una palabra que ha sido usada como arma arrojadiza. La intencionalidad de la canción es precisamente opuesta al insulto, es coger esa palabra que nos acusa de todos nuestros éxitos y actitudes y devolvérsela a ellos. Para mí es quitarle al patriarcado el poder de llamarnos así, porque es tuyo el poder de llamarte como te dé la gana.

    Y como el feminismo es libertad, yo respeto que vuestro colectivo lo vea de otra manera. Yo canto «Soy más zorra todavía» y sí me siento un poquito libre, porque para llamarme zorra tú queriendo insultarme, ya lo hago yo y lo que un hombre diga de mí no me define. No perdamos el foco de la lucha, hermanas 💜

  2. Lo que me cuesta entender es que a Las Vulpess se las acoja como bastiòn feminista por aquella versiòn que hicieron de un tema de los Stooges y que ellas titularon «Me gusta ser una zorra», y a Nebulossa se la condene como se la está condenando. A las primeras las censuraron y enjuiciaron los conservadores católicos y a la última las feministas superprogresitas. Que paradoja.

  3. Todo el mundo sabe que una Zorra es la hembra del mamífero depredador de la familia de los cánidos que tanto abunda por nuestros campos y montes (Vulpes vulpes), el problema viene cuando se le da otro significado o se usa como insulto o para que elementos machistas frustrados se crean superiores al sexo contrario.

  4. Objetivo cumplido.
    Aburriendo a la parroquia y aprovechando cualquier cosa para victimizarse.
    Que la letra de la canción dice zorro, eso es ofensivo, la canta una mujer y ella no tiene conciencia de género, si la cantará un hombre este estaría insultando a las mujeres, y siguen….

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