Con motivo de la celebración, hoy 8 de marzo, del Día Internacional de la Mujer, el grupo Educar para la paznos ha remitido un comunicado que publicamos íntegramente a continuación.
Dueñas de la llave de su destino se levantan por la mañana, abren los ojos y sonríen. Limpias y aseadas se miran al espejo y se gustan. Unas se propusieron estudiar y lo hicieron bien. Sabían lo que querían y lucharon contra todo impedimento. Ahora son cirujanas, diseñadoras de moda, astronautas, escritoras, pintoras, maestras, juezas o presidentas de gobierno. Otras prefirieron empezar a trabajar y abrieron camino entre oficios como albañiles, fontaneras, carpinteras o maestras de obra; disfrutan de un puesto para el que no estaban predestinadas. También se las ingeniaron para cuidar de sus criaturas cuando no existía ninguna ley de conciliación familiar y laboral en la que apoyarse y hoy contemplan su obra orgullosas.
Saben disfrutar entre ellas y con los hombres. Divertirse, tomar la palabra, proponer, mantener relaciones sentimentales basadas en el respeto y la estima y, relaciones sexuales responsables, imaginativas y libres de cargas moralizantes. Son autónomas. Sienten el peso de cocinar, lavar, planchar, barrer o fregar y la necesidad de compartir estas tareas con quienes conviven, sabedoras de que esto les une, les iguala, les realiza y, no hacerlo, les separa, discrimina y frustra. Valoran, día tras día, lo que la vida les brinda porque se saben privilegiadas.
Y, sobretodo, son conscientes. Son conscientes de que en esas mismas mañanas del siglo XXI de las que ellas disfrutan, otras mujeres y con ellas sus cuerpos, sus almas y sus vidas, son traficadas para el comercio sexual; son violadas como botín de guerra; son maltratadas en el seno de su propia familia; son asesinadas por no querer seguir manteniendo las relaciones de violencia que sus agresores les ofrecían y que aguantaron durante años; son utilizadas como objetos en la publicidad, atrayentes para la venta; son infectadas masivamente sin que nadie las proteja del virus mortal que es el SIDA; son mutiladas sexualmente por tradiciones que van en contra de los Derechos Humanos; son vendidas por sus progenitores; son
Son conscientes de que, aún hoy, después de más de un siglo de lucha por sus derechos más básicos no pueden bajar la guardia. No han conseguido, ni en los países más desarrollados, el derecho al trabajo en la misma proporción que los varones, ni la equiparación de sus sueldos; no tienen las mismas opciones reales para poder decidir estar presentes en los puestos de responsabilidad y no lo están; siguen ocultas bajo un lenguaje que no las nombra y con gran carga sexista en sus diccionarios; las acciones de las que ellas son protagonistas no tienen el mismo peso mediático y, por lo tanto, no aparecen en los medios de comunicación, ni en las enciclopedias; los valores que deberían estar presentes en una educación integral de la persona se compartimentan en masculinos y femeninos y tanto hombres como mujeres sufren esta castración;
Ellas, se levantaron ya hace muchos años en pie de Paz y son capaces de quitar la venda, cada nuevo 8 de Marzo, a quienes gobiernan, y a las personas en particular, que creen que se ha conseguido ya, la tan anhelada igualdad. Ellas forman parte de una nueva generación de mujeres que se comprometieron con sacar a la luz de la Historia, con mayúscula, la vida de sus congéneres. Y lo han conseguido. Saben cuál es su pasado, cuál su presente y cuál el futuro que quieren alumbrar con sus acciones.
Desde la Asamblea Local de LOS VERDES de Villena damos las gracias a todas ellas, a todas las mujeres feministas que haciéndose preguntas, reflexionando, investigando, revindicando, manifestándose, exigiendo o elaborando han logrado un presente mejor que disfrutamos todas y todos.
