A la piscina
Tendré que reconocer que las pasadas fiestas (navidades, me refiero a navidades, que en seguida se me van ustedes a septiembre) dejé pasar por alto algunas de las noticias que fueron apareciendo en nuestros medios locales. En realidad más que las noticias en sí lo que dejé correr fueron los comunicados de nuestros partidos políticos. Y en realidad tampoco fue por culpa de ellos, fue más bien por la saturación a la que nos habían sometido con el tema catalán durante tantas semanas. Y aunque el tema colea, y lo que queda, y ha dado para tanta crispación, espero que se quede a la altura del betún en relación a la indignación popular que supondrán las resoluciones judiciales de los casos de corrupción.
El caso es que no ha sido hasta ahora cuando me he animado a echar un vistazo a todos aquellos asuntos de política local sobre si se había invitado o no a tal partido político a tal acto, o sobre si había habido representación oficial en tal otro acto. A la hemeroteca les remito porque no pienso perder el tiempo en estas rencillas tan poco apropiadas, menos todavía cuando se pone de por medio a asociaciones que bastante tienen con llevar a buen puerto sus proyectos pese a las ordenanzas municipales. No deja de sorprenderme, eso sí, que roces de tal altura se sitúen entre las noticias más votadas en el ranking de este periódico.
Menos mal que tras estas pequeñas riñas nos encontramos con otro cruce de comunicados en relación a la liquidación del déficit de la piscina cubierta (cuando digo cruce hablo en una sola dirección: la de la oposición al grupo de gobierno). En este caso sí nos encontramos con dos comunicados totalmente distintos aunque coincidan de alguna manera en el contenido. Y es que mientras que Fulgencio Cerdán desde el grupo socialista argumenta su oposición al desembolso de esos trescientos cuarenta y pico mil euros en base a los informes aportados por el interventor municipal y a su propia experiencia, la comparecencia del portavoz del Partido Popular local daba la impresión de sustentarse en la conversación durante el café con algún alto responsable de la empresa, sin olvidar ciertas impresiones suyas sobre ciertas palabras del alcalde.
Escuchando la rueda de prensa, parece que el portavoz popular Miguel Ángel Salguero haya venido de nuevas a estos debates y no sepa siquiera dónde se originó la situación que ahora disfrutamos con la gerencia de la piscina cubierta. Una nueva generación de populares que nos dicen que si robaron fueron los anteriores, que si se establecieron relaciones que han puesto en desventaja a nuestra ciudad también fue cosa del pasado. Pero no es así y me hace mucha gracia, maldita la gracia, ver cómo el Partido Popular toma ahora argumentos que entonces nos negaron. Es bueno rectificar, sí, tanto como asumir errores.