A Pleno Show
Les confieso la pereza con la que afronto el tema. Pero una vez más los Plenos Municipales de Villena llegan a la Primera Página, algo que no ocurriría si hace tiempo, tal y como Juan José Torres sugirió en El Diván del Desencanto, y otros y otras secundamos, se hubieran suprimido los Plenos. Pero no ha sido así. Y ahora nos encontramos con otra vuelta de tuerca, otra vuelta a una tuerca que está pasada de rosca.
Así que toca recuperar el tema, tal y como hizo José Valdés el pasado martes en su programa Villena al Día, un espacio radiofónico abierto al debate sobre los asuntos más destacados de nuestra ciudad. Un programa que reúne a un grupo de debate diferente en relación al tema en conflicto. Sin embargo, en lo referido a la suspensión del Pleno de la pasada semana parece que las opiniones ofrecidas en Villena al Día tenían mucho en común: confirmaban la potestad de la alcaldesa para moderar el Pleno, mostraban más o menos explícitamente su desacuerdo con la cargante estrategia de las voces No Adscritas; y reprendían el apoyo que en el pasado Pleno le dieron al grupo tanto el PSOE como el Grupo Verde (al que no circunscribieron únicamente al apoyo citado). Y en parte lo entiendo. Porque no deja de acusarse en la ciudadanía el hastío que produce la postura que mantienen esas cinco actas tanto en los Plenos como en los medios de comunicación. Yo ya manifesté mi opinión al respecto del posicionamiento de este nuevo grupo: en gran parte aquello de lo que acusan al Equipo de Gobierno es aquello que defendían o sobre lo que se callaban cuando estaban en él. De hecho creo que en ocasiones sus intervenciones parecen más un acto de traición que de transfuguismo o de bandoleo.
Aún así creo que lo correcto es lo correcto. Y creo que si los grupos municipales decidieron abandonar el Pleno la pasada semana no fue para manifestar su apoyo a la señora Adela Serra cuando fue expulsada. Yo creo que no hay una gota que colma un vaso, sino dos gotas que colman dos vasos. El vaso del Equipo de Gobierno colmado por la actitud del grupo No Adscrito, y el vaso de la oposición colmado por la actitud del Equipo de Gobierno. Actitudes, gotas, que van de la mano en cualquier caso y que de cara a la opinión pública están logrando dividir en dos partes un Consejo Municipal que en realidad es poliédrico. Una fórmula que resultaría altamente beneficiosa para el Partido Popular si nos detenemos a observar los resultados de esas encuestas no realizadas ni publicadas sobre la intención de voto en los comicios del próximo mayo.
Los tiempos y los modos han cambiado. Hoy día, en el actual sistema, reunir a tus enemigos es el mejor modo de vencerlos. Reúne y vencerás podría sustituir hoy día al popular y antiguo Divide y vencerás. Reunir al grupo No Adscrito con el grupo Verde y el PSOE supone para el Partido Popular de Villena homogeneizar a sus contrincantes políticos. Podemos obviar las razones particulares de cada grupo político para abandonar el Salón de Plenos. Y entonces a tenor del proceder del señor Richart y de la señora Serra, con el remanente de situaciones protagonizadas por el Grupo No Adscrito (G.N.A.), acusar a la Oposición de comportarse de un modo pueril respecto a sus obligaciones de representación ciudadana.
Más si cabe si nos paramos a escuchar la lista de adjetivos utilizados por la Oposición tras el abandono de la sesión: bochornoso, vergonzoso, bochornoso Todo un discurso que retoma la manida conclusión: la de acusar a nuestra alcaldesa de mostrar formas dictatoriales. Tan manida como para comenzar a resultar contraproducente.
A fuerza de insistir en algo, ese algo comienza a darse la vuelta, como al golpear un plato que flota en el agua. El apoyo del Grupo Verde a las mociones presentadas por el G.N.A., mejor dicho: la cobertura que el Grupo Verde da al G.N.A. es presentado por el Equipo de Gobierno como una alianza entre ambos grupos. Y creo que nada está más lejano a la realidad: más bien deduzco que la cooperación se da porque ciertas mociones del G.N.A. son compartidas por el Grupo Verde. De igual modo que intuyo que existe desde el Grupo Verde un instinto de protección (social, humano) que le lleva a luchar contra las fórmulas en que se traduce el rencor y el desprecio generado con la escisión del Grupo Popular.
Unas rencillas de patio de colegio, las que estamos viviendo, de las que algunas partes intentan sacar rédito político al manejarlas con astucia de estadista. Por eso es importante que ya de cara a las Elecciones Municipales, los Grupos de la oposición comiencen a tomar identidad. Esto es: mostrar alternativas, además de valores y metodologías propias. Porque si se dejan enredar en la minúscula maraña que representa nuestra vida política municipal, si se ahogan en esa lucha de todos contra uno, si se homogenizan, no sólo olvidarán quiénes son y qué defienden sino que conseguirán que lo olvidemos el resto de población.
Corren malos tiempos, ya no sólo para la lírica, y creo que aquí y en gran parte del mundo tenemos la esperanza de encontrar a quienes nos den esperanza, a quienes ofrezcan protección y ayuda, a personas dispuestas a resolver los problemas que nos ahogan, a defendernos contra los abusos, a mantener nuestra identidad. Va siendo hora de abandonar las pequeñeces y comenzar a pelear por el futuro.