Abandonad toda esperanza

Afrancesados

Abandonad toda esperanza, salmo 770º

Aunque a estas alturas y para una parte importante de la sociedad el cómic todavía no se ha sacado de encima el sambenito de ser un producto orientado principalmente a los niños, quienes se mueven en su mundillo saben muy bien no solo que esto es absolutamente falso, sino que a menudo ocurre totalmente lo contrario: que prácticamente no hay tebeos concebidos para los más pequeños. Al menos en España, donde los mangas es prácticamente la única lectura que interesa de forma masiva a los adolescentes; y las historias de superhéroes y las novelas gráficas autoconclusivas, no digamos ya la recuperación de los incunables del noveno arte, están en manos de un público lector mayoritariamente adulto. Ahora bien: quizás en Francia el asunto es muy distinto. Es bien sabido que la salud del mercado francobelga es mucho mejor que la del nuestro, y allí todavía se edita de forma regular un número considerable de álbumes pensados para el disfrute de los más jóvenes.

Ricardo Esteban, editor de Nuevo Nueve y experto en cómic infantil y juvenil

Afortunadamente, todavía quedan editores en nuestro país que piensan en este target de lectores tan maltratado. Uno de los más destacados es Ricardo Esteban, que ya al frente de Dibbuks dio muestras más que sobradas de su interés por satisfacer la demanda de los lectores más tempranos; y que ha proseguido con una línea continuista en su labor actual como editor de Nuevo Nueve, tal y como demuestra la publicación de títulos como El Reino de Blanca Flor, Jasmine, Raowl, La Patrulla Gatuna, Marsupilami, Shaker Monster... y de las dos primeras recomendaciones (de un total de tres) que acometo en la presente columna de prensa: Pequeños Bill & Bolita y Mandarina, escritos respectivamente por la escritora francesa Laurence Gillot y el guionista belga Sergio Salma. Y es que todos los títulos mencionados en este párrafo son bande dessinée pura y dura.

Así es la versión de José Luis Munuera de los emblemáticos personajes de Jean Roba

Ahora bien: teniendo en cuenta todo lo expuesto, no es de extrañar que algunos de nuestros mejores autores, guionistas y/o ilustradores, se busquen las lentejas en el país vecino. De hecho, el primero de los títulos que les recomiendo hoy recopila los seis breves álbumes galos que firman al alimón la citada Gillot, especialista en literatura infantil y juvenil, y el ilustrador murciano José Luis Munuera, de quien ya les recomendé en su momento su estupenda adaptación de Bartleby, el escribiente y que también ha hecho carrera dibujando a los célebres Spirou y Fantasio. De hecho, el título que nos ocupa es otra recreación, esta vez de los emblemáticos personajes creados por Jean Roba; de ahí que, lógicamente, la obra haya visto la luz en el país vecino de la mano de Studio Boule & Bill.

Una instantánea de Munuera trabajando en su mesa de dibujo

Los que conozcan la atemporal creación de Roba ya se harán una idea de lo que se van a encontrar en el interior de este álbum: Bolita es un niño de cinco años que vive en compañía de sus padres y de Bill, un travieso perro cocker spaniel. A tan temprana edad, cualquier suceso supone un gran descubrimiento y hasta la acción más mundana se experimenta como toda una aventura: cocinar unas tortitas, jugar en el jardín o fabricar un muñeco de nieve, no digamos ya ir al circo o esperar la visita de Papá Noel, son momentos que abren la puerta a un mundo repleto de emociones que Laurence Gillot ha capturado a la perfección y que Munuera ha materializado con una emotiva expresividad y unos colores cálidos; factores ambos que hacen del presente álbum un punto de acceso ideal para quienes se adentran por primera vez en el mundo de la lectura.

En “Mandarina”, el arte de Amelia Navarro se pone al servicio del guion de Sergio Salma

También de la mano de Ricardo Esteban y Nuevo Nueve nos ha llegado otro cómic de autoría española editado antes en Francia, en este caso por Bamboo: Mandarina, con guion del mencionado Salma y dibujos de Amelia Navarro. Y es un verdadero acontecimiento para el lector patrio (de cualquier edad, ojo) que por fin contemos con una obra de cierta extensión de esta dibujante e ilustradora noveldense (por tanto, prácticamente vecina nuestra) que gracias a curtirse en el territorio de las revistas y los fanzines como Alta tensión o Saxífono, las cubiertas y los portafolios en redes sociales se ha ganado una más que merecida consideración como una de las artistas más interesantes, versátiles y a la vez personales de nuestra historieta actual.

Amelia Navarro posa con uno de los primeros ejemplares españoles de “Mandarina”

Dicho esto, debemos aclarar que el primer álbum de Mandarina, titulado “Una semana sí y otra no”, es la presentación en sociedad de su personaje central, una niña de nueve años que ve cómo de la noche a la mañana sus padres, aparentemente embarcados en un idílico proyecto en común, deciden separarse y compartir la custodia de su hija. Así, lo que en principio se presenta como un proceso traumático pronto se convierte en una oportunidad para disfrutar de aquello que pueden ofrecerle ambos pero ahora por separado: si su madre es atrevida, el padre es más bien prudente; si la primera prefiere el entorno urbano con sus cines, sus tiendas y su biblioteca, a su progenitor le llaman más los espacios apartados de la ciudad y en contacto directo con la naturaleza. Será en este último lugar donde Mandarina, pues así se llama la joven protagonista, conozca a un nuevo amigo: un tejón que posee la propiedad de hablar, que es un melómano amante del jazz... y que, lógicamente, podría existir solo en su mente. Así, el libreto de Sergio Salma y los dibujos de Amelia construyen un relato con ecos de clásicos incontestables del cómic para todos los públicos como Peanuts o Calvin & Hobbes y que puede ayudar a los más pequeños a superar determinados vaivenes originados por los adultos, sin renunciar por ello a una lectura en clave puramente fantástica. Una lectura indispensable, vaya, se tenga la edad que se tenga.

Las fascinantes Laura y Teresa son dos de las protagonistas de “Grito nocturno”

Terminamos con nuestras recomendaciones de hoy con otra novela gráfica, esta orientada a lectores más adultos, pero que también se ha publicado antes al otro lado de los Pirineos a pesar de ser obra de un autor español, de Badajoz para más señas. Fue nada menos que la mítica Dargaud la encargada de alumbrar Nuit couleur larme, que en nuestras librerías se ha convertido en Grito nocturno de la mano del sello Reservoir Books. Si la estupenda La Reina Orquídea -alumbrada esta sí en España y que pasó injustamente desapercibida pese a los intentos de divulgación de escribas como servidor- supuso la primera llamada de atención a propósito de Borja González, su novela gráfica The Black Holes -de la que ya les conté maravillas en su día- vino a ser la confirmación de su autor como uno de los nombres más destacados del panorama comiquero nacional.

Con “The Black Holes” empezó a tomar forma el particular universo de su autor

Precisamente al mismo universo de ficción que aquella pertenece esta nueva obra, que puede leerse como una suerte de secuela o spin off; si bien también pueden disfrutarse ambas de forma totalmente independiente. Además del título del álbum, Grito nocturno es el nombre del fanzine que escribe y publica Teresa, quien regenta una solitaria librería especializada en ocultismo y literatura de terror ubicada en Kendwick, una pequeña ciudad donde no parece que haya muchas cosas más con las que pasar el tiempo (al margen de desaparecer misteriosamente); así lo piensa también Matilde, una joven skater que es la clienta más asidua de la librería y la lectora más fiel del fanzine. Pero la vida de ambas dará un giro de ciento ochenta grados la noche en la que la primera, disfrazada de bruja, realice un arcano ritual y materialice a Laura, un demonio con forma humana que puede conceder cualquier deseo a quien le invoque pero que parece más interesada en visitar Japón debido a que es una otaku irredenta: es decir, una voraz lectora de mangas.

Otra muestra de las características criaturas femeninas de Borja González

Esta sinopsis, en primera instancia bastante marciana, da lugar a uno de los cómics más fascinantes a la par que emotivos de los que he tenido la oportunidad de leer en los últimos meses. Con ecos del anterior The Black Holes, pues como señalé antes se desarrolla en el mismo universo y comparte (poco más o menos) a algunos personajes, Grito nocturno es una melancólica historia de fantasmas protagonizada por las ya muy reconocibles creaciones de su autor: criaturas siempre femeninas que hacen gala de unos diálogos verosímiles y sugerentes, y cuyo trazo evoca al de Mike Mignola pero con la particular característica de carecer de rostro. Pese a ello, y gracias a su dominio de la kinésica, son personajes sorprendentemente expresivos que se inscriben con fuerza en la memoria y el corazón de los lectores. Un logro al alcance de muy pocos... por no decir que de nadie más al margen del caso que nos ocupa. En resumidas cuentas: corran a su librería más cercana a la caza de todo cómic que lleve el nombre de Borja González en la cubierta; palabra de que no se arrepentirán.

Y ya que estamos hablando de librerías: mañana sábado es 23 de abril, cuando celebramos la efeméride del Día del Libro; y como para lo que nos interesa nos vale también como Día del Cómic, a las doce del mediodía Amelia Navarro estará presentando Mandarina junto al autor y editor Ulises P. López en la librería alicantina Pynchon&Co. Desde aquí me tomo la libertad de invitarles a todos ustedes a asistir... Y lanzo públicamente una propuesta a los responsables de la librería: que también traigan, a poder ser más pronto que tarde, a Borja González para presentar sus cómics a los lectores de la comarca. Porque si no ando desencaminado, en breve su agenda estará hasta los topes... Y no dudo que a Amelia Navarro le va a ocurrir exactamente lo mismo. Así pues, aprovechemos ahora la oportunidad antes de que se nos afrancesen del todo y se marchen a París o a Angulema para siempre.

Post Scriptum.- Si alguno de ustedes me lee desde Granada, sepa que el mismo día y a la misma hora tiene al tercer afrancesado, José Luis Munuera, firmando ejemplares de Pequeños Bill & Bolita en la librería La Subterránea (Horno de Abad, 12). De nada.

Pequeños Bill & Bolita y Mandarina. Una semana sí y otra no están editados por Nuevo Nueve; Grito nocturno está editado por Reservoir Books.

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