El comienzo del curso en el Centro Juvenil Don Bosco no exento de largas colas de padres y madres intentando por todos los medios conseguir matricular a sus hijos, demanda que, por numerosa, resulta imposible de atender en su totalidad, lo que ha generado injustas e incomprensibles quejas hacia la asociación juvenil ha vuelto a poner de manifiesto la alarmante falta de alternativas de ocio para nuestros niños y adolescentes, un problema que no por antiguo deja de ser grave.
La noticia, en todo caso, no es la citada falta de infraestructuras, espacios y actividades para el ocio, sino todo lo contrario, pues dicha realidad está estrechamente entrelazada con el nacimiento, el pasado domingo, del nuevo Consejo de la Juventud de Villena, que llega con una clara vocación de trabajar por y para los jóvenes de Villena, proponiendo alternativas, escuchando propuestas, trasmitiendo y elevando ideas y reivindicando que los jóvenes también tienen cosas que decir en nuestra ciudad, que también es la suya, y además cosas de la biología lo será por más tiempo.
Unido a todo ello, un tercer elemento viene a generar aún más esperanza: la puesta en marcha, previsiblemente en enero, del nuevo Centro Joven, al que si bien no podemos encomendar toda la responsabilidad respecto al ocio de nuestros chavales, sí que podemos esperar de él que cubra determinadas necesidades y antiguas reivindicaciones, desde proporcionar un lugar donde reunirse a facilitar espacios para actuaciones, conciertos, teatro u otras expresiones artísticas.
El punto de partida, la realidad de nuestra juventud a día de hoy, es pésima, y por ello solo cabe ser optimista respecto a lo que pueden aportar el Consejo de la Juventud y el futuro Centro Joven. Enhorabuena por la iniciativa, ánimo con el trabajo y mucha suerte en el futuro.
