Autorización sin fomento
No han estado atinados los que pretendían que se autorizase un espectáculo protagonizado por el toro Ratón en medio del sainete que se está interpretando en Villena. No era una propuesta sensata en medio de la que está cayendo y además ha propiciado que el Alcalde haya afirmado que entre sus objetivos no se encuentra el fomento de la tauromaquia y que el equipo de gobierno solamente apoyará que se celebre la corrida de Fiestas.
Los aficionados a la tauromaquia deberíamos alentar a que la Junta Central de Fiestas tan aficionada a los cambios festeros prorratease las Fiestas de septiembre por trimestres y así tendríamos bien resuelto el problema de los toros en nuestra ciudad. Lamentablemente, esto es un disparate.
Nadie en su sano juicio debería solicitar a un alcalde encuadrado en Los Verdes de Europa que haga nada por fomentar la tauromaquia. No sería justo acudir a él con esta cantinela.
Pero el alcalde azul, verde o marrón es tan alcalde para los que piensan a su son, como para los que creemos que los toros son arte y cultura, habida cuenta que esta condición artística y cultural no es porque yo lo diga sino porque lo afirma el Consejo de Ministros entre otros cada vez que concede la Medalla de Oro de las Bellas Artes a un torero.
A tenor del manoseado Diccionario de la RAE, el fomento por parte de la Administración consiste en promover, mediante incentivos económicos o fiscales, actividades consideradas de utilidad general que los particulares realicen por sí mismos. Al señor Alcalde y a los demás miembros de su entorno nadie les está pidiendo esto. Tan sólo que autoricen respetando derechos fundamentales como el ejercicio empresarial, del que deberían tomar buena nota con la papeleta que tienen encima.
Estoy de acuerdo en que no consientan asuntos que puedan suponer un quebranto económico municipal o una alteración del orden público, pero no hay razones para denegar un permiso a quien sólo quiere invertir su dinero organizando una corrida de toros, actividad que tiene más que un buen tirón, como queda demostrado cada vez que la plaza abre sus puertas.
Si pese a todo, se empecinan en esta negativa a autorizar no fomentar, vetando políticamente la organización de festejos y espectáculos taurinos, deberían dar buena muestra de valentía, coherencia y honestidad moral, prohibiendo también la tradicional corrida del día 7 de septiembre, porque en este festejo también se pica, se lidia, se banderillea y se mata a estoque. Entonces, ¿esta corrida sí que están dispuestos a fomentarla y las otras no? Claro que no, puesto que el día 7 tampoco están fomentando nada, sólo autorizando, y con toda la pinta de que esta decisión es el Loctite empleado para fijar el sillón.
El apreciado y juicioso Esquembre no va perder su alta consideración de Verde por el hecho de que en virtud de su condición de Alcalde de todos los villenenses consienta una corrida de toros más o menos.
Por último, recomiendo a los lectores que visiten un matadero.