Sociedad

Biar se despide, por jubilación, del maestro Don Alfonso Camañes

El nombre de Alfonso Camañes, en Villena, lo asociamos de inmediato con el mundo de los medios de comunicación, y más concretamente con su empresa familiar, TV Intercomarcal. En Biar, en cambio, hablar de “Don Alfonso” es referirse a toda una institución: el director del colegio, el maestro… la persona que durante los últimos 30 años se ha dedicado a enseñar y educar a la práctica totalidad de Biaruts.
Este viernes, con un acto sorpresa, familiares, compañeros y amigos de Alfonso Camañes, así como la práctica totalidad de la sociedad civil de Biar, han celebrado la jubilación de Don Alfonso, que con la conclusión del curso ha puesto punto final a una larga trayectoria profesional de 35 años dedicada a una de las profesiones más bellas, si no la que más: la docencia.

La propia alcaldesa de Biar, Magdalena Martínez, ha sido el “gancho”, la persona encargada de llevar engañado a Alfonso Camañes hasta la Casa de Cultura de Biar, donde todos los invitados aguardaban en silencio la llegada del homenajeado. El vicario de zona de la diócesis, José Abellán, el párroco de Biar, Miguel Ángel Cerezo, su antecesor en el cargo, Salvador Valls, alcaldes de la comarca como Juan Molina, de Cañada, o ex-alcaldes como el de Campo de Mirra, Ramón Salvador, el director de la Obra Social de Caja Mediterráneo, Jorge Ribera, los directores –presentes y pasados– del colegio e instituto de Biar, así como los responsables del AMPA de ambos centros, profesores, alumnos, amigos y vecinos de Biar se han querido sumar a un sentido homenaje hacia quien han definido como “un trabajador incansable, amante de su profesión y dedicado en cuerpo y alma a sus alumnos”.

Camañes, visiblemente emocionado, era incapaz de contener sus lágrimas mientras se proyectaban imágenes de su vida y su propia esposa, Pepa Navarro (responsable de la sorpresa junto a sus hijos Esther, Eva y Alfonso y el equipo de TV Intercomarcal) ponía voz en directo a la narración, así como iba dando paso a diferentes intervenciones, como las de las hermanas mayor y menor de Alfonso, los amigos de Sevilla o los de Biar, cuyas palabras no hacían más que acrecentar la emoción del homenajeado.

Tras el homenaje, todos los asistentes se han trasladado a la sede de la comparsa de Maseros, donde, tal y como dicen en Biar, han podido disfrutar de una picaeta, compartiendo con Alfonso y su familia una jornada tan especial.

PD. La jubilación profesional de Alfonso significa, entre otras cosas, que va a tener más tiempo para dedicárselo a su capricho, TV Intercomarcal, así que, en lugar de librarnos de él, a quienes firman esta crónica nos va a tocar aguantarlo más tiempo, como si no tuviéramos bastante ya…

En cualquier caso, y bromas aparte, ¡enhorabuena, maestro! Será un placer seguir aguantándote.

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