Apaga y vámonos

¡Bingo!

175. 2.000. 2.500. 100. 25… ¡Bingo! ¿Le suenan estas cifras, señora? Seguro que a algún lector sí, porque son los puestos de trabajo que, según nuestros concejales, se van a crear en Villena durante los próximos años con todos los proyectos que llevamos entre manos, unas cifras que suman la friolera de 5.000 empleos y que yo mismo, en este rinconcito, me encargué de inventariar hace algunas semanas para que a nadie se le olviden sus promesas llegado el momento de responder por ellas ante los ciudadanos.
Pero el caso es que, a pesar de ser yo muy de letras, me sigue teniendo obnubilado el baile de unas cifras a las que, si no fuera por su importancia intrínseca (al fin y al cabo hablamos de empleos, es decir, de nóminas, de familias que comen y visten…), ya estaría yo llamándoles cachondas, mayormente por no llamar cachondo al concejal que las lanza al aire así como si nada, que bien le convendría moderarse un poco porque la imagen que está dando es, por decirlo en fino, muy poco seria.

Centrándonos en uno de esos proyectos, el centro comercial del Grec del que tanto se está hablando, basta hacer memoria (el que la tenga) o visitar la hemeroteca (ése es mi caso) para recordar que, allá por octubre de 2001, cuando se empezó a hablar de esto, los señores Rodes y Palao, a la sazón Alcalde y concejal de Hacienda del Muy Ilustre, hablaron del inminente comienzo de unas obras de las que, además de dar todo tipo de detalles, destacaron especialmente los 350 puestos de trabajo que iba a crear aquel centro.

Cierto es que no podemos comparar las magnitudes del centro propuesto en su día –que se echó a perder (es de justicia reconocerlo) por los mismos motivos por los que no ha sido posible hasta ahora su construcción– con las del centro que se prevé ahora, y por lo tanto no podemos comparar alegremente esos 350 empleos de 2001 con los 2.500 (1.500 directos y 1.000 indirectos) que anunciaron en rueda de prensa el pasado mes de marzo María José Hernández y Jesús Martínez, a los que otorgué entonces el beneficio de la duda porque no tengo ni pajolera idea de cómo se cuantifican esos puestos de trabajo a la vista de informes, memorias valoradas y planos.

Conclusión: acepto que no podemos comparar ambos centros ni las estimaciones de empleo previstas para ellos, pero lo que no puedo aceptar, porque es para echarse las manos a la cabeza por la falta de seriedad, es que el mismo Jesús Martínez que hace 3 meses habló de 2.500 puestos de trabajo se plantara hace dos semanas ante el Pleno y dijera, sin inmutarse ni pestañear, que ahora hablamos de 1.800. ¿En qué quedamos, Jesús? ¿Qué cifra nos creemos? ¿De dónde las sacas? Aclárate antes de liarnos más, hombre.

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