Cambios en el PSOE de Villena
En primer lugar quisiera dejar constancia de mi felicitación a Sergio Palao por estrenar portavocía en su grupo. No es sólo apreciación personal que Sergio es una persona íntegra, honesta, responsable, trabajadora y joven. Casi todas las personas que lo conocen lo estiman y casi nadie habla mal de él, que ya es suficiente aval en los tiempos que corren. Sin embargo, desde el respeto que merece cualquier decisión interna de un partido, me resulta una determinación precipitada y prematura. A un año de expirar la legislatura es una maniobra si no caprichosa, por lo menos arriesgada.
Acompaño en el sentimiento a Carlos Beltrán, que ha demostrado sobrada capacidad, inteligencia y cordura en su labor de representar a su grupo político. Tenía mis reservas al principio de la andadura, pero Carlos ha sabido torear bien y con constancia y buen criterio se ha ganado a pulso un reconocimiento y un prestigio que para sí muchos quisieran. De manera que no acabo de entender que se sacrifique a un excelente portavoz y gran persona por una joven promesa, como Sergio, a estas alturas del campeonato. Debería apostarse por la estrategia que se diseñó al principio porque modificarla, ahora, no encaja a mi modesto entender.
Sería más lógico que este cambio estuviese encaminado a un golpe de mano, a un asalto del poder, a una Moción de Censura. Sería razonable que, con la minoría actual del PP, se depositara la confianza en un líder joven, desafiante, agresivo y seguro de sí mismo como seria propuesta de alcaldable. Pero no es el caso. Sergio, ahora mismo, no representa una alternativa a la alcaldía ni Carlos de portavoz está dispuesto a semejante reto. La decisión del PSOE, más allá del ámbito local, no está por la labor de hacer frente a Celia e implantar un nuevo gobierno municipal, porque existe un pacto de no agresión entre los dos grandes.
Con este planteamiento el único fin de desvestir a un santo para vestir a otro no es más que una patraña para deshacerse de Beltrán, a quien le tachan, posiblemente, de excesiva moderación. Yo, sinceramente, prefiero la moderación y la utilización del argumento para el debate. Detesto los lenguajes agresivos que exhibieron en su día Pepe Ayelo, Juan Palao o Antonio Pastor. Y sí me gustaba, por ejemplo, la condura y sensatez de José Francisco Navarro, que de tan bueno ha sido el único de las filas del PP que no ha sido colocado por las esferas internas e interesadas del partido.
Por todo lo expuesto me parece inoportuno el cambio de portavoz, porque, ¿qué nueva estrategia va a utilizar Sergio que vaya a sorprender?, ¿convencer al tejido social que es el candidato mejor preparado para las próximas elecciones?, ¿diseñar una campaña agresiva para presentarse como la mejor alternativa?, ¿por qué no lo hicieron desde el principio? Llegan tarde en el cambio y llegan tarde en la estrategia, pues los tres últimos meses Celia Lledó va a cortar cintas de proyectos en marcha, convenientemente aparcados para coincidir casi en campaña y aunque existan dudas razonables de su finalización por problemas financieros.
Llega tarde el PSOE si no es para una Moción de Censura en el mes de mayo y me parece más creíble que estos movimientos en la dirección socialista obedecen más a luchas por el poder de ejecutivas provinciales y autonómicas que mueven ficha de afines o de díscolos. María José Hernández sí ha sido comedida en sus declaraciones y no ha hecho demasiada carnaza con el tema. Pero que no se engañen, porque lo que le sucedió al PP no es lo mismo. En el PSOE no se ha marchado ningún concejal. Ánimo Carlos y suerte, Sergio.