CC.OO. y UGT reclaman el aumento del Salario Mínimo

Los sindicatos CC.OO. y UGT convocan concentraciones este jueves 11 de febrero, a las 12 horas en la Delegación de Gobierno de Valencia y en las subdelegaciones de Alicante y de Castellón, para exigir al Ejecutivo que cumpla sus compromisos electorales, "porque es el momento de una legislación laboral más justa y empleo de calidad”.

El objetivo de la convocatoria reclamar el aumento del SMI, la derogación de la reforma laboral y la de pensiones de 2013, corrigiendo en profundidad los aspectos más lesivos de las reformas laborales: propuesta inmediata para aumentar el salario mínimo para que se sitúe a finales de la legislatura en el 60% del salario medio y la derogación de la reforma de pensiones de 2013; junto con otras cuestiones clave como la ampliación de los ERTEs, la regulación de las plataformas digitales, la ley de igualdad salarial y un plan de choque contra la siniestralidad.

UGT y CCOO reclaman al Gobierno y a las organizaciones empresariales la reanudación de las negociaciones de la agenda sociolaboral que quedaron paradas con el inicio de la pandemia en marzo del año pasado. Ambas organizaciones sindicales instan a profundizar en políticas diferentes a las de la crisis anterior, que tanto daño han hecho, y a eliminar las reformas aplicadas entonces.

Durante la crisis provocada por la pandemia los sindicatos han demostrado su compromiso firme con la sociedad, impulsando numerosos acuerdos que han permitido la construcción de una red inédita de protección para el tejido productivo y las personas, en contraste con crisis anteriores, impidiendo la destrucción de millones de puestos de trabajo y de empresas. Sin embargo, sostienen, el Gobierno obstaculiza avances en ámbitos esenciales e imprescindibles para la igualdad social y la distribución de la riqueza. Avances sin los cuales la salida de la crisis se volverá a efectuar sobre la espalda de la clase trabajadora.

Por ello, la reanudación de la agenda social es clave y entre los contenidos a recuperar de la negociación parada en marzo destacan la estabilidad en el empleo, la limitación del recurso al despido mediante la flexibilidad interna pactada, la regulación de la subcontratación, y la recuperación del valor de la negociación colectiva.

UGT y CC.OO. han manifestado preferencia por los acuerdos, que son más estables y duraderos, pero rechazan la inmovilidad en caso de desacuerdo, porque equivaldría a otorgar poder de veto a la patronal.

Ahora toca, concluyen, porque es el momento de poner en marcha una agenda de reformas sociales comprometida con el progreso, la justicia social y la distribución de la riqueza.