Los ciudadanos de Villena intuimos que la situación económica de nuestro ayuntamiento es mala, por no decir muy mala. Pero únicamente intuimos, porque hasta el momento nadie se ha dedicado a actuar con la claridad y la transparencia que tanto se pregonaba en la última campaña electoral.
En lugar de informar sin ambages ni medias tintas sobre el estado financiero de las arcas municipales, el equipo de gobierno va dosificando la información con cuentagotas y forzado por la constante publicación de noticias en ese sentido. Así, hubo que preguntar por las visitas al Castillo para conocer que la concejalía de Turismo tenía un agujero de 40.000 euros e iba a prescindir de la empresa que atendía el Centro de Recepción de Visitantes o el servicio de guías. Del mismo modo, y gracias a la denuncia de un ciudadano harto de que le roben en el aparcamiento del polideportivo, se ha sabido que se ha tenido que prescindir en parte del servicio de vigilancia en dicha instalación porque se adeudan a la empresa 46.000 euros. Y el pasado jueves fue EPdV quien adelantó que la Casa de la Cultura se iba a quedar sin programación este trimestre por falta de fondos, tal y como ha reconocido la concejal esta semana.
Con todo, lo más grave de la situación no es que nos tengamos que enterar poco a poco y por casualidad de estas cosas, sino conocer que los tres partidos que gobiernan Verdes, PSOE y VCD llevaban en sus respectivos programas electorales la realización de una auditoría de las cuentas municipales. Y además, junto al PP, aprobaron en Pleno durante la pasada legislatura fiscalizar las cuentas públicas entre 2003 y 2011. ¿Dónde quedan la claridad y la transparencia? ¿Dónde el cumplimiento de las promesas electorales? ¿Por qué no se hace ya una auditoría?
