Comida Diputación, asesor de Ocio y Premios de Investigación
Perdónenme mis lectores, detractores o amigos, de este enrevesado título. Cada apartado merecería un capítulo aparte, pero los espacios y los tiempos en los medios de comunicación dicen que son oro (simbólicamente).
Me parece de mal gusto que José Joaquín Ripoll, como cabeza de la Diputación, convoque y patrocine una comida de hermandad a alcaldes y alcaldesas, portavoces y representantes de los ayuntamientos de la provincia. Por lo visto se trata de la séptima edición del encuentro gastronómico y se ha celebrado en Villena. No me parecería mal en circunstancias normales pero, en los tiempos que corren de crisis económica, me parece una provocación y un desperdicio. Son los dirigentes del PP en nuestra provincia quienes nos hacen saber, por cualquier medio, el aumento del paro en esta comunidad. Acusan al gobierno central de medidas económicas desacertadas y parece que se alegran del índice, al alza, de nuevos desempleados.
Convocar a 150 políticos a una comida, con los obligados regalos de compromiso, no es cualquier cosa. Si se paga a escote, que es lo que se hace en comidas de compañeros de trabajo, estupendo. Pero si paga la Diputación, con dinero público, están desacreditando, una vez más, a la clase política, y flaco favor se hace a cualquier esperanza de regeneración ética. ¿Qué pensará un nuevo parado si los ven tan hermanados? ¿Les votará otra vez? ¿Y la asistencia de la oposición con la que está cayendo?
De mal gusto es que Isidro Gosálbez, asesor de Ocio, se contrate a sí mismo para el ayuntamiento. No tengo nada en contra del grupo Jarana Blues. Pero basta con que un miembro suyo sea asesor de Ocio, como persona de confianza de nuestro consistorio, que haga de manager y además de cobrador, para que se desacredite cualquier justificación. En cualquier otro país esto lo llamarían prevaricación. El grupo además ya ha cobrado, cuando quedan pendientes, y no quiero nombrar empresas, facturas impagadas desde hace muchos meses a otros proveedores o grupos contratados.
De mal gusto me parece, también, que nuestra alcaldesa reclame el discurso del concejal de Cultura, Paco Abellán, en la entrega de premios de Investigación José María Soler, información facilitada por concejales descontentos. Avisada del lleno del salón de actos acudió presurosa al evento, solicitando la chuleta a su concejal, quien, como debe ser, había hecho bien sus deberes.
De mal gusto es la censura de algún que otro artículo del Grupo Verde en la Revista Villena. Porque si la alcaldía representa, o debería, a todos y cada uno y una de los ciudadanos, la voten o no, la Revista Villena representa, o debería también, a la pluralidad de la ciudad, guste o no.
Así que, quédense a gusto y sigan despachándose. La crisis no van con ustedes pero siempre habrá alguien que haga de Pepito Grillo.