Apaga y vámonos

¡Cómo estaba la Plaza!

Lo sé, señora. Lo mío es puro masoquismo. Por eso, y dado el Regreso al Pasado que estamos viviendo estos últimos días por culpa de la Plaza de Toros, me zambullí la otra noche en la relectura de la impagable crónica sobre los últimos años del coso incluida en la monumental obra de César López Hurtado “La fiesta de los toros en Villena. Orígenes y tradición”.

Así, y tras dormirme leyendo páginas y más páginas sobre plataformas, manifestaciones, recogidas de firmas, parkings subterráneos, incidentes en Plenos, querellas y promesas de pago incumplidas, acabé teniendo una pesadilla en la que una voz arcaica y en off, estilo NO-DO, me invitaba a manifestarme contra no sé qué expolio, aunque finalmente descubrí que esa voz no aparecía en mis sueños, sino que venía de la megafonía del coche que me despertó anunciando la concentración del sábado, que maldita sea la gracia, por cierto.

En mi opinión, tal concentración pinchó desde el punto de vista de la asistencia, poniéndose de manifiesto que el problema de la arena no es tal para una mayoría. Ignoro cuántos socios tienen las peñas taurinas, pero sí sabemos que el PP local cuenta con más de 8.000 votantes. Y dado el llamamiento a la participación que hizo el partido y la campaña a pie de calle con tenderete incluido, juntar entre 300 y 1.500 personas (según las diferentes cifras ofrecidas, aunque yo me inclino más por la primera), muchas de ellas de fuera, dista mucho de poder considerarse un éxito, algo por otro lado totalmente previsible, como se podía respirar en los días previos a través de los foros o las redes sociales, y como ya se puso de manifiesto en la encuesta hecha por EPdV, donde un 80% de los votantes se mostraban a favor de la retirada de la arena, una medida reversible que favorecerá la realización de más actos y en mejores condiciones durante todo el año y que, con la reposición de la tierra entre septiembre y octubre, permitirá celebrar la corrida de toros de fiestas, el espectáculo ecuestre de la Feria del Campo o la exhibición canina con total normalidad…

¿Que volver a colocar la arena cuesta un dinero? Pues claro, como colocar un escenario para conciertos o montículos para que salten las motos, nada que no se solucione con cargo a las entradas. Además, y gracias al señor Manolo Carrillo, sabemos que con la corrida de un día 7 se ganan 40.000 euros. Y visto así, que ganen 35.000, que tampoco está nada mal por un día de trabajo.

Servidor nunca fue partidario de la rehabilitación de la Plaza, y de hecho fue muy beligerante al respecto, pero intentó ser consecuente a la hora de defender el derecho de Celia Lledó y el Partido Popular a realizar el proyecto con el que ganaron de calle unas elecciones, porque contaban con toda la legitimidad democrática para ello, me gustara a mí su idea o no. Ahora son otros los gobernantes, y por lo que a mí respecta tienen exactamente la misma legitimidad para decidir qué hacer en y con el edificio, al menos cuando hablamos de un quita y pon de arena que para nada supone destrucción, expolio o prohibición alguna.

Por aquello del juego democrático y la alternancia de poder, antes o después volverá a gobernar el PP en Villena, y entonces podrá poner la arena y hacer toros todos los años, meses o semanas, pero mientras tanto, no estaría de más un poquito de cordura y seriedad, que bastantes y más graves problemas tenemos para llevar más de 10 años dándonos cabezazos contra la dichosa plaza y sus puñeteras circunstancias.

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