Contenedores del Grupo Martes: algo más de información
Es evidente que con la denuncia del convenio se cambia un fin benéfico-ecológico-social por otro fin económico-ecológico
No sería de justicia que el asunto de los contenedores del "Grupo Martes" se despachase con tan solo un par de noticias; una de denuncia y otra de justificación.
El "Grupo Martes" lo crea en Valencia nuestro paisano Salesiano Ángel Tomás, fruto de su labor en los suburbios de la capital del reino y en la cárcel de Picasent (drogadictos, prostitutas, delincuentes, marginados...).
Este proyecto habría tenido más dificultades para nacer sin el apoyo incondicional y desde el primer momento de su compañero de estudios en los Salesianos de Villena Antonio Soler, de la familia de Ángel Tomás y de otras/os muchas/os paisanas y paisanos anónimas/os de nuestra ciudad.
El Grupo Martes Villena, repito, fundado originalmente en Valencia por el Salesiano y paisano Ángel Tomás, sin duda seguirá adelante con sus otras fuentes de financiación, donativos, subvenciones...
Pero tal y como indicaron en su artículo de denuncia, la decisión de rescindir el convenio y retirar sus contenedores de textil y calzado, adoptada por nuestro Muy Ilustre, supone un fuerte varapalo para los ingresos que precisan para seguir desarrollando su callada labor social.
Visto desde fuera, no parece que el gabinete jurídico del Ayuntamiento haya actuado de oficio, sino más bien a instancia de parte. Queda claro a quién perjudica esta decisión, pero no se explica suficientemente a dónde irán destinados los ingresos que la instalación de los nuevos contenedores generará a sus nuevos beneficiarios.
Es evidente que con la denuncia del convenio se cambia un fin benéfico-ecológico-social por otro fin económico-ecológico.
En fin, desde el enorme complejo que, como españoles, manifiestan nuestros gobernantes, ¡todo por "Uropa"!
Por: Joaquín Marco Amorós
De todos es bien sabido que… «Es de bien nacido ser agradecido». Para quienes conocimos en primera persona la labor de este salesiano sabemos que se desvivió por paisanos y foráneos. Siempre que visitaba nuestra ciudad tenía alguna familia que quería pedirle consejo y, bastantes de ellas, ayuda para intentar superar la difícil adicción a las drogas de alguno de sus miembros. Desconozco qué motivaciones habrán llevado a tomar dicha decisión pero, si es la falta de transparencia, creo que no hay precisamente en nuestros políticos (de todos los colores) un ejemplo a seguir. Todo aquel que haya tenido contacto, profesional o personal, con el mundo de las drogas, o bien conozca algo de ello sabrá al enorme monstruo que se enfrenta, la dureza de la situación y las dificultades con las que se encuentra. Mi total reconocimiento a la labor de Ángel Tomás y su obra, al igual que para toda persona que colabore, trabaje o sufra con esta lacra. Pienso que decisiones semejantes pueden llegar a crear en la ciudadanía una situación de desamparo enorme, a pesar de que hoy día hay organismos oficiales capaces de ayudarles; pero estaremos de acuerdo que toda ayuda es poca y que si todos remamos a la par, antes llegaremos a buen puerto. No me gustaría pensar, desde luego, que » se hace un roto en un pantalón para ponerlo en otro» (como se dirían en el argot de la costura).