Crónica de un año anunciando el holocausto
Vamos cerrando el año aquí, en esto que llamamos (y es una verdad como un templo) El Periódico de Villena. Yo, como viene siendo habitual, no estaré con ustedes la próxima semana, de modo que éstas serán mis últimas líneas impresas durante el 2009. Por tal motivo me he dedicado a revisar las más de 75.000 palabras que he enviado a lo largo del año para encontrar el asunto con el que pelearme en esta despedida. A la selección sin duda ha ayudado el pequeño debate que tuvo lugar durante el último Pleno en relación a la solicitud que el PSOE presentó pidiendo la dimisión de don Francisco Abellán, concejal de Cultura y Fiestas.
Quizás no esté totalmente de acuerdo con la propuesta de destitución que la oposición lanzó a nuestra alcaldesa. Si tuviera que decir el porqué
, no sé, podría ponerme duro. Ponerme cejudo, taxativo, racionalmente irracional, y decir que no apoyo la idea de destituir al actual concejal porque él mismo y/o sus compañeros y compañeras en la gerencia de la ciudad deberían haber presentado tal dimisión. Al menos tenían que haber dispuesto soluciones, ayudas, que hubieran hecho cambiar la situación. Todo esto considerando que ninguna de las personas nombradas padezca tal ceguera, o tal orgullo, como para no considerar la situación actual y futura de la Casa de Cultura (lo que es decir la gerencia cultural de Villena). Como dudo de que exista tal ceguera llego a la conclusión de que no se ha actuado para solucionar ese todavía asomo de holocausto que nos llevará mes a mes a la minimización de la Cultura, porque lo que se busca es una reducción de la fuerza de la cultura actual. Diría que se busca y si no se busca es en ese camino donde nos están situando es una comodidad en materia cultural que sólo la tradición y el clasicismo, lo convenido y lo aceptado, pueden otorgar.
Quién sabe. A mí me parece un problema filosófico, un problema verdaderamente político. El modo de considerar la cultura, el modo de crear la cultura, es lo que ha hecho a los pueblos, a las civilizaciones, ¡a las culturas! La respuesta del equipo de gobierno en el Pleno me sorprendió (todavía guardo aunque con esfuerzo la virtud de sorprenderme). El equipo de Celia una vez más actuó como en una partida de ajedrez, de Risk. El portavoz popular apuntó a que Abellán también gestionaba la concejalía de Fiestas, con las ya conocidas mejoras (en mayor medida las referentes a las de Moros y Cristianos, digo yo). Luego, como concejal de Hacienda imagino, subrayó que en Cultura, pese al recorte presupuestario de la Crisis, se hacía lo mismo con menos dinero (lo que aplicado a la vida estriba en la diferencia de calidad de dos barras de pan del mismo peso compradas a diferentes precios).
También durante ese Pleno, Abellán defendía su trabajo al frente de su Concejalía asegurando que la Casa de la Cultura está más viva que nunca (¡benditas frases hechas!), que la Sala de Exposiciones estaba cubierta todo el 2010 y que ya había personas interesadas en la gestión de la cafetería de la Casa. Todo un argumento, como se puede observar.
Y doña Celia Lledó para finalizar se lanzó a enumerar una serie de halagos, de epítetos, sinónimos, que no aportan nada a cualquier debate serio pero que aseguran, juran y perjuran sobre la certeza de su voluntad, ensalzando en el transcurso el gobierno de su concejal Ni que decir que yo esperaba más. Pensaba que en lugar de oír excelente gestor escucharía la dirección que está tomando la Casa de Cultura entra dentro de la línea trazada y prevista por nuestro Programa, por ejemplo.
O sea, que no hay nada de nada. Salvo defensa a ultranza del concejal. O sea, que no hay un futuro previsto Y eso es lo que me aturde. Temo el camino actual de nuestra Cultura tanto si existe despreocupación por ella, como si se encamina hacia el lugar donde indican todos los indicios que muestra el proceder del Equipo de Celia. Temo tanto la desidia como el conservadurismo cultural, el liberalismo de la Cultura, la mirada obtusa.
Y ahora, para los créditos, me gustaría rescatar algunas ideas sobre el tema aparecidas a lo largo del año:
[Viernes, 8 de mayo de 2009] lo que más me inquieta es contemplar la indolencia de nuestro equipo de gobierno ante tan importante ausencia [el puesto de dirección de la Casa de Cultura]. Me hace necesario gritar a los cuatro vientos esta repentina y trágica y escondida situación. Advertir del peligro que supone sobrevivir día a día sin ésta figura que si la teoría no falla nos veremos en breve plazo descendiendo una pendiente cada vez más inclinada, una pendiente dirigida al vacío, a la desidia, al conformismo imprudente.
[Viernes, 15 de mayo de 2009] El problema se origina cuando este centro debe, además de gobernarse a sí mismo, desarrollar una labor de agente cultural empeño que casi irónicamente se continúa adjudicando a la Concejalía de Cultura. [ ] Labores que exceden el sentido de nuestra Casa de Cultura llevándola en ocasiones casi al paroxismo. Labores que ahora golpean la puerta de un despacho vacío
[Viernes, 22 de mayo de 2009] Igual que una arquitecta revisa minuciosamente un proyecto e informa a la persona responsable de su Concejalía, una profesional en Gestión Cultural estudia y propone e informa a su responsable. El hecho de que no exista en la actualidad una figura así en Cultura supone decir que el concejal está capacitado para asumir tal función.
[Viernes 5 de junio de 2009] Pero antes de pensar que no se piensa (hacer nada), intento adivinar las soluciones que se deben estar barajando. [ ] Cuatro. Dejar pasar el tiempo. Dejar morir el proyecto de la Kakv. Teniendo en mente el (posible) traslado del Conservatorio y la (necesaria) remodelación de la Biblioteca, suponemos que la Kakv resultará un espacio demasiado indefinido como para poder hoy pensar en su futuro.
[Viernes, 12 de junio de 2009] el mejor camino para solucionar el problema que hoy presenta la Casa de la Cultura sería comenzar un nuevo camino. Un nuevo camino cimentado con la experiencia acumulada, adaptado a estos nuevos días que velozmente se han diferenciado de aquellos primeros, comunicado y acordado desde su base con el resto de áreas con las que ha de colaborar.