Cultura soe
La semana pasada, este semanal preguntaba en su apartado Punto de Vista: ¿Le parece correcto gastar mucho dinero en actividades culturales? Esta pregunta fue contestada por Antonio J. Sánchez de Iniciativa Independiente y por la Ejecutiva PSOE. Pasando de momento por alto al primer contertulio, me centraré en la respuesta del segundo, que fue más bien ninguna. ¿Cómo es esto?, dirán, e imagino que quien haya pasado por alto este apartado (abajo a mi izquierda) revisará la cuestión buscando el periódico entre el montón de papeles para reciclar. Pues bien, si usted ya lo ha leído o releído, espero que esté de acuerdo conmigo. Desconozco si para contestar una pregunta de este tipo, la tal Ejecutiva prepara una reunión con dinámicas o simplemente fotocopia alguna página de un manual sobre cultura y lo entregan al responsable de EPDV. El caso es que yo pensaba que alguien habría en tal Ejecutiva para responder y para dar la cara a una respuesta con tanta cara.
Dejando a un lado el barullo al que fuimos sometidos intentando explicar que hay empresas que se dedican a la cultura para ganar dinero, la Ejecutiva intenta concluir diciéndonos que la izquierda tiene por objetivo fomentar la actividad cultural en sus múltiples manifestaciones e insiste en el término: fomentar, no dirigir. Y yo les digo: pero a qué viene esto, si ustedes en el tiempo que llevan gobernando se han dedicado prácticamente a contratar, y digo contratar, no fomentar, productos de empresas dedicadas a la cultura, en el mejor de los casos, puesto que también contratan a intermediarios (distribuidoras, productoras, representantes) de empresas culturales. Me gustaría también conocer ese cauce por el que discurren ideas y sentimientos que se distribuyen en nuestra comunidad. Porque el único cauce que yo conozco es el mismo que había cuando personalmente comencé a involucrarme en la vida cultural de Villena, y de esto hace casi veinte años. Desde entonces hasta ahora sólo conozco actividades culturales de participación ciudadana activa realizadas con mucho esfuerzo y con apenas ayuda o apoyo que se han ido a la mierda, perdonen la expresión, porque el personal se ha cansado de ser molesto. Y esta es la conclusión a la que yo llego: llevar a cabo una iniciativa es molestar, requiere de promoción, de espacios, de apoyo técnico, de reuniones y planificación. Eso molesta, entre otras cosas porque no existe, porque no lo hay, semejante cauce de los Mundos de Yupi al que ustedes se refieren. Un cauce bajo el paraguas de la actividad cultural dicen, y me descolocan: no consigo sustraer la idea de semejante abstracción: ¿se refiere a un paraguas conformado con el bombardeo inconstante de propuestas no vinculadas entre sí, no encaminadas hacia lugar alguno, con el que nos intentan complacer las distintas concejalías? Pues no me imagino el paraguas. Porque si con estar bajo el paraguas se refieren a estar arropados por Melendis, Grupos folclóricos de la Conchinchina, Raúl Sender o cualquier cara bonita que deja de hacer pestes en una serie basura de televisión para dedicarse a joder el buen hacer del teatro, me parece que seremos pocos los que queramos guarecernos allí.
Pido un poco de seriedad en sus respuestas, además de seriedad para proponer un proyecto sólido en materia cultural. Que no nos preocupa, ya ven a qué santo, el que ustedes renieguen del cercenamiento de la libertad del artista ni que apuesten por el acceso a una igualdad de oportunidades, miren sus calendarios, ahora los problemas son distintos. Pongan una cara a esa propuesta cultural y entonces muéstrennos el camino que lleva hasta su dichoso cauce.