De lo complicado que es hacerle llegar un correo al director de la Kaku

Leo con alborozo que el director de nuestra Casa de Cultura (Kaku), José Ayelo, va a participar en la VI Conferencia Estatal de la Cultura, una iniciativa de la Federación Española de Asociaciones de Gestión Cultural con la colaboración de la Associació Valenciana de Professionals de la Cultura, que en esta edición se presenta en Valencia.

Todo lo que sea dar visibilidad a Villena me parece muy positivo. Sobre ello iba a rezar mi artículo de la revista Villena 2021-2022, acerca de la presencia (o ausencia) de Villena en los medios de comunicación en los tiempos recientes. Mi intención era enviar una colaboración desinteresada a la revista anual. Pero no hubo manera de ponerme en contacto con el coordinador de la misma, José Ayelo.  

Tengo que dejar claro que nunca he recibido una invitación oficial a colaborar en esta publicación, como sí la reciben otros paisanos, lo que me parece como mínimo falta de tacto hacia mi persona. Acaso el hecho el hecho de ejercer como articulista de opinión todos los días de la semana en el único periódico impreso que queda en nuestra provincia no sea motivo suficiente.  

Tratando de seguir el cauce oficial, solicité información a uno de los compañeros que sí habían sido invitados a participar, con el fin de que me indicase cuáles eran los cauces correctos que debía tener en cuenta. Según la convocatoria, un correo remitido por la concejala de Cultura, había que enviar un email al siguiente destino, antes de que finalizase el periodo navideño: direccion@kaku.com

En dicho correo debía exponer el título del artículo y glosar brevemente el contenido del mismo. Por más que lo intenté, mi correo siempre vino devuelto. Aparecía como no leído. Advirtiendo que las fechas de diciembre eran complicadas, con numerosos festivos, y que la bandeja de entrada podía estar llena, lo intenté en varias ocasiones, sin resultado positivo.

Dadas las circunstancias, consideré fuera de lugar llamar a la centralita del propio centro cultural y solicitar que, cuando le fuese posible, se pusiese en contacto conmigo su director para exponerle este extremo. Nacidos ambos el mismo día del mismo mes del mismo año, creo que una vez atravesamos el Rubicón de los sesenta, debemos evitar humillaciones innecesarias. Así es que no. No he enviado artículo para esta edición bianual de la revista ‘Villena’. 

Aporto una anécdota. Cuando publiqué en ‘El Periódico de Villena’ un artículo valorando la excelente programación cultural con que cuenta Villena, tanto en la Kaku como en el Teatro Chapí (reivindicando que la ciudad se merece la Capitalidad Cultural de la Comunidad Valenciana), mientras Paco Flor me envió un correo electrónico de agradecimiento, todavía espero el de José Ayelo.  

En el fondo, me da mucha pena que mi paisano tienda puentes con gestores lejanos, como Hombre López, del Museo Inacabado de Fanzara (Castellón); Carlos Sanjuán, de La Casa Invisible de Málaga; o Vanessa Castro, de Rural-C de A Coruña, y le importemos tan poca cosa algunos villeneros que estamos luchando contra viento y marea para situar el nombre de nuestra ciudad donde se merece. Un gestor público debe estar muy por encima de querencias personales. Que existan es humano. Pero no deben interferir en la labor profesional.