Vida de perros

De una idea (de bombero) a otra

Y que un día encuentras en Facebook una aplicación que te pide que elijas tus cinco directores/as de cine preferidos/as. Y otro día te pregunta por las cinco canciones que más escuchas últimamente. O acerca de las cinco personas del siglo XX que resucitarías… Y te encuentras pensando en clasificar o elegir cosas que hasta el momento no te habías planteado.
Y resulta trabajoso, pero al final tienes un resultado. Y lo presentas a tus amigos y amigas. Y te corroe la duda de si debías haber puesto aquella película en lugar de la que pusiste. Pero buscas dentro de ti (o buceas en la imagen de ti que quieres presentar en público) y decides que lo hiciste bien, que Casablanca está un puesto por encima de Carretera Perdida, aunque eso te reste puntos de modernidad (e incluso los sume por tópico o clasicista).

Así que en todo esto estaba cuando al publicar un listado sobre las cinco marcas que más detestas, el pequeño de los Ferrándiz me pica proponiéndome hacer una lista de los cinco sitios que más me gustan de Villena (ciudad entendí). No entré al trapo. Y aún así no dejé de darle vueltas al reto. Como la imaginación es libre y el tiempo que dedico a discurrir se ve interrumpido por la rutina laboral y las voces de la radio, al fin mis razonamientos acabaron en lugares insospechados. Me alegré que el Parque de Bomberos tuviera asignado un espacio más propicio, adecuado a sus necesidades materiales tanto como a las referidas al estado físico del factor humano asignado (es lógico pensar en el obligado estado de forma de bomberos y bomberas: esperamos que la última vez que subió 4, 6, 10 metros por una cuerda no se remontara al día que se presentó al examen de acceso).

El nuevo parque estará en el Polígono de Bulilla, lo que garantiza –también of course a Diputación– una rápida respuesta a cualquier alarma de la comarca por su proximidad a la salida a la autovía. Luego, pensando como vecino de Villena y no como responsable de la provincia, me vino la fugaz inspiración sobre el recorrido que el coche de bomberos, igual que los coches que diariamente se desplazan al polígono de Bulilla, tienen que realizar para atender un incidente ocurrido en nuestra población. No fue difícil encontrar una solución que evitara el tortuoso rodeo que supone el desplazamiento desde tal polígono a la ciudad: una carretera trazada desde el polígono hasta, pongamos, el cuartel de la policía local… Pero pronto surge otro problema que es el de siempre: las vías del tren. Un problema hastiante y, al parecer, irresoluble… entonces no sé porqué comencé a pensar en la facilidad con que se averían las barreras de nuestros pasos a nivel…

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