Fuego de virutas

Disco

El sábado pasado, entre amigos, presentamos en la Casa de la Cultura de Villena el disco "entreamigos" del amigo Pepe Cabanes. Permítasenos la licencia, escribiendo amistad, de abusar de redundancias; pero en la amistad está la magia de lo grabado. Presentamos el disco "entreamigos", entre amigos, y como tantas veces nos ha sucedido en torno a la música, lo pasamos muy bien. Por razones de oportunidad de mercado, la grabación estaba en la calle desde Navidad pero bien se merecía una presentación especial como lo fue –en dos sesiones dos– el sábado.

Para nosotros, la música, siempre ha sido un vehículo de querencias. Hemos conocido y estimado, conocemos y estimamos, a mucha gente gracias a la música. En algún caso, amistades duraderas y firmes que nos hermanan. Así ha sido especialmente con mis compañeros del grupo que bautizamos, hace más de treinta años, Tabique. Confieso que el nombre que pusimos al grupo –eran los tiempos de Bloque, Asfalto... conjuntos con los que nos sentíamos identificados y tratábamos de imitar– es nombre que me chirría. Siempre me han dolido en el oído las íes agudas pero ahora me chirría también porque siento sobre el nombre el óxido del pasado, la herrumbre del tiempo. Tiempo tierno sobre nuestras experiencias compartidas. Tiempo de amistad. Mi piano, además, un emblemático Fender Rhodes Seventy Three, está oxidado. En septiembre de dos mil nueve, un aguaducho de los que por estas tierras casi desbordan el Segura, me llenó la cochera medio metro de agua. Tenía el piano recogido allí y... Y viéndolo anegado todo sentí naufragar una parte de mi memoria que ahora ha vuelto con la experiencia del disco, apreciando que es muy firme toda amistad fraguada por la música. Precisamente una de las canciones más hermosas de la grabación, entre todas hermosas, se titula "Amigos", una composición adaptada por Pepe Cabanes sobre un pasodoble de Tomás Baenas y que Merce Mellao, con su magnífica voz, borda de sensibilidades.

Entre los músicos que he conocido y que conozco siempre ha habido diferencias pero, como en las buenas familias, conociéndonos, son diferencias que vivimos con respeto y afectos. Entre músicos, entre manías peculiares y si se quiere extravagantes de músicos, se comparte mucho y es imposible olvidar la tanta convivencia y complicidades que exige la interpretación. Por ello cada vez estimo más el vernos para estas cosas. Porque nos gusta en la música y después de la música sentir la placidez de la charla y, con quienes tanto compartimos, saber de todas las ilusiones que aún nos quedan. Ilusiones, unas, puestas todavía en nosotros; y ahora, otras y muchas, también en nuestros hijos, en nuestras hijas. No estamos tan "batallitas" para no mirar el futuro. Pero ese futuro que anhelamos ya no es sólo nuestro porque es futuro hacia el que nos catapultan nuestros hijos, nuestras hijas con sus ilusiones inquietas. Algunas, y esto nos emociona, también puestas en la música.

Volviendo al disco, la idea surgió de Pepe Cabanes que como en otras ocasiones nos quiso juntos para el proyecto. Y juntos quiere decir con mucha más gente que estimamos. Así volvimos a las andadas, hemos vuelto a las andadas, para juntarnos con quienes alguna vez compartimos escenarios. Glorias y miserias de los escenarios. Y aunque lo escrito pueda sonar a nostalgia y a pasado, ya dijimos cuando en septiembre en el Teatro Chapí, que si muchos de nosotros éramos pasado, nos sentíamos pasado, la experiencia, de la mano de Pepe Cabanes, nos traía el futuro al dar cancha a jóvenes que garantizan en la ciudad la pervivencia de una actividad artística de mucha calidad.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba