Dos y las que haga falta
Como en la historia de aquel animal y la piedra, del mismo modo suele ocurrir cuando alguien escucha algo que no quiere oír, cuando le requieren una explicación que no desea dar, cuando se vuelve a encontrar con el problema que no termina de resolver. Así el repertorio que ofrece se compone de correcciones de datos insustanciales, balones fuera, cambios de tema e indignación por tener que volver a responder las mismas cuestiones. Ejemplos, queridas personas, los tenemos a capazos, pero como se suele decir: no hace falta irse muy lejos:
UNO. La mano de Celia. Extendida ahora, como otras tantas veces dijo ella, al grupo en discordia, la mano de la Sra. Lledó en un gesto cósmico se tiende abierta hacia sus compañeras y compañeros. Como la mano del padre que protagonizó la parábola del hijo pródigo, la mano de Celia perdona y acoge, muestra el cariño que nunca desapareció, que sólo estuvo escondido tras unas transitorias nubes. Gesto que coincide con la noticia de los informes que su partido ha elaborado sobre los casos de Villena y Benidorm. Nada que ver, imagino. En lo que yo ando rumiando del caso es en el mismo problema sobre el que ya escribí: en el supuesto de que la familia volviera a unirse, en tal caso: ¿cómo nos va a vender la Sra. Lledó la re-incorporación de los hijos e hijas pródigos? ¿Cómo va a restituir la credibilidad que ella misma puso en duda sobre el trabajo de estas personas? Y los y las pródigos, ¿van a aceptar representar tal papel?, ¿es tan fuerte como el de un soldado el amor a sus filas?
DOS. La indignación de Paco. Resulta que últimamente entre pitos y flautas el Sr. Abellán se ha encontrado en varias ocasiones en el ojo del huracán. Las lanzas no se dirigían hacia su concejalía de Fiestas, lugar donde su experiencia como presidente de Comparsa podría haberle ayudado a bregar un mar inquieto, sino hacia la de Cultura, un terreno extenso y cambiante del que sólo se puede salir airoso contando con la ayuda de una inteligente, eficiente y entregada línea de lugartenientes. La vacante en la dirección de la Casa de la Cultura, al igual que el recorte del 30% de sus partidas presupuestarias, se han convertido en el ariete que golpea la confianza en la labor del edil. Las consecuencias provocadas por ambas circunstancias no son más que eso: consecuencias, pero el Sr. Abellán parece haber tomado como estrategia la defensa de tales eventualidades en lugar de afrontar la situación del único modo posible a mi entender: la elaboración y consolidación de un nuevo proyecto cultural para Villena. Medida que considero único remedio posible contra una enfermedad que no ha hecho más que comenzar.