Hoy tomo una cerveza sentado en un taburete de madera, con los codos apoyados en la barra metálica y los ojos clavados en el periódico provincial. Es uno de esos contados días en que alguien con un rostro más o menos conocido, cuyo nombre desconoces la mayoría de las veces, te pregunta si escribes en El Periódico de Villena. Y te pregunta cómo eres capaz de escribir ese puñado de palabras cada semana acerca de nuestra ciudad. Pero hoy es uno de esos escasos días en que no puedes decir con sinceridad que en este municipio se genera tanto material que cualquiera podría escoger sobradamente el tema de la semana. Hoy no.
Hoy es un día de una de esas semanas. Seré yo o será Villena
, pero a priori, e incluso tras un primer barrido, las noticias de actualidad se me antojan o manidas o desdeñables. Aburrido me parece el cuento de la lechera que ha sido desde siempre el tema de La Plaza, sin que su rehabilitación haya servido para aliviar los debates que provoca: cambian de fondo, pero no de formas. Aburrido el tema de la Piscina Cubierta que, como el anterior, parecen incapaces de plantearse con números y letras en una página que dividida en dos las considerables ventajas y desventajas: el momento actual versus el futuro momento deseable (y posible). Tan aburrido el concejal Richart como las concejalas Mas y García-Galbis, e insustanciales sus discursos.
Claro que podría hablar sobre el interés por realizar un Referéndum Popular que confiera a nuestra ciudad el estatus de Ciudad-Estado, que nos entregue la soberanía de la ciudad, pero me parece inoportuno abordarlo en este preciso momento, cuando una de las Autonomías nacionales discute el tema (su tema) en el Congreso. Ya hablaremos de ello más adelante, enfatizando sus ventajas para Villena: retribución de la deuda histórica, liquidación de sus intereses y compensación por las molestias originadas por tal motivo; liberación de nuestros acuíferos, gestión de nuestro territorio que incluya soberanía sobre su uso (como el destinado a basuras, por ejemplo), poderes sobre la gestión de nuestros impuestos y nuestros ingresos, etc.
Creo que si tuviera algo que remarcar sería sin duda la creación de la Asociación Diversitat Alto Vinalopó, representativa y defensora de la libertad y los derechos del colectivo LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) en nuestra comarca, ya que se postula en un frente que si ya de por sí es olvidado, todavía lo es más en tiempos de crisis donde se cree que todo es más importante que la persona: trabajo, dinero, hogar, etc., olvidando que lo más importante es ser persona y desarrollarse como tal. Porque cualquiera puede vivir sin trabajo ni dinero ni hogar, porque puede luchar por procurárselos, pero nadie puede vivir sin ser persona, sin realizarse como persona, sin recibir la aceptación y el respeto que merece como persona. Y eso es lo que importa.
