Editorial

El “G-8” da la cara

Con la publicación de un comunicado rubricado por los ocho concejales del Ayuntamiento de Villena que dieron su apoyo a Manuel Pérez Fenoll en su lucha por la presidencia provincial del Partido Popular, se rompe un clamoroso silencio que empezaba a molestar a la ciudadanía de Villena, que desde antes de Navidad asiste perpleja a un cruce de noticias y rumores que en nada benefician ni a nuestra ciudad ni a sus actuales gobernantes.
En su escrito, los ocho concejales justifican su apoyo al candidato Manuel Pérez Fenoll y, por elevación, al Presidente Regional del PP y de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, del que destacan su respaldo “personal y económico” a los más importantes proyectos que se van a desarrollar en nuestra ciudad. Asimismo, rechazan haber actuado con “deslealtad” hacia Celia Lledó por el simple hecho de posicionarse junto a Camps, una decisión que consideran justo al contrario: como un acto de “lealtad hacia Villena, nuestro único interés y objetivo final”.

Con todo, lo más llamativo del comunicado es la defensa que hacen los citados ocho concejales de su “legítimo derecho a opinar con total libertad” y posicionarse como creyeron conveniente ante la disyuntiva de elegir entre dos candidatos en el congreso provincial, una reivindicación que en cualquier otra circunstancia, por lógica y sensata, estaría de más, pero que en estos momentos se ha convertido en fundamental, puesto que Celia Lledó no sólo no ha aceptado de buen grado la existencia de voces “discordantes” en el partido que preside, sino que –incomprensiblemente a nuestro juicio– ha llegado a impedir al candidato Pérez Fenoll la utilización de la sede local del PP para dirigirse a los propios afiliados villenenses del Partido Popular.

Por ello, y tras la ruptura de su silencio por parte del denominado G-8, que en todo momento apuesta por la unidad del partido y del equipo de gobierno, consideramos que ha llegado el momento de que Celia Lledó, al igual que han hecho la mayoría de sus concejales, explique a los ciudadanos de Villena sus razones y argumentos ante una situación que nadie en nuestra ciudad alcanza a comprender como se ha producido, erosionando hasta tal punto la fortaleza de un gobierno que hace sólo unos meses tenía ante sí un largo y próspero futuro. Afirmar, como ha hecho este mismo jueves, que “está de acuerdo con el comunicado”, es lanzar balones fuera y dejar entrever que el enfrentamiento va a continuar de manera soterrada, mientras que los villeneros y villeneras contemplan atónitos un “espectáculo” al que alguien debería poner ya punto y final.

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