Historia

El asedio al Castillo de Villena: Lunes, 18 de abril de 1707

Couto, en su Diario de Operaciones, no especifica nada para el día 18. O mejor dicho, lo que escribió el día 18 –ya lo hemos visto en el 17–, hacía referencia a los sucesos del 17 por la noche. Según Hawley, el terreno donde se iban a emplazar los cañones –portugueses– ya estaría convenientemente plano y las faginas –cestones de mimbre redondos rellenos de tierra para su protección– preparadas.
Estamos hablando de que se estaba preparando una batería de cañones para disparar contra la Atalaya. La pregunta que ahora me viene a la cabeza es la siguiente: si se emplazó una batería de cañones que disparó contra la Atalaya, ¿dónde la instalaron los austracistas? Como adelanto diremos que por la posición de los cientos de impactos en la cara norte del castillo… y casi nulos en la cara sur, la batería austracista estuvo emplazada enfrente de la actual puerta principal de entrada a la Atalaya, desplazada ligeramente hacia la izquierda –parte baja de las Cruces–. Vista desde las Cruces, estaría justo debajo con todos los cañones mirando hacia el castillo y con una distancia de uno a otro de unos 10-15 metros.

Por la noche y seguimos con Hawley, los portugueses ya habían montado la batería de seis cañones de 12 libras. Los seis cañones de 12 libras no coinciden en número con lo dicho por el Portugués Couto –cuatro cañones pequeños y cuatro de 12 libras–. Sin embargo finalmente Couto confirmará en su Diario que fueron seis los cañones emplazados. La posible explicación creo observarla en que primeramente se dispuso una batería que luego fue modificada, eliminándose los “pequeños” por su inutilidad ante objetivo tan robusto.

Seguidamente vamos a estudiar una anotación sobre el día 18, que Couto escribió el día 22 proveniente del Jefe de la artillería portuguesa. Menciona que el 18 se montó una batería con seis piezas para disparar contra el castillo. Y asegura que aquello no funcionó al ser el castillo de obra antigua y bien hecha. Continúa diciendo que algunos disparos rebotaban en la obra y la bala caía en el lado opuesto al que estaban disparando –el Rabal que los austracistas estaban en esos momentos saqueando–, o se empotraban sin mayores consecuencias en la mole. Esa es una de las razones de que la cara norte del castillo esté acribillada y la sur esté “casi” inmaculada de disparos. Por cierto que al disparar los austracistas contra la cara norte y caer algunos de sus proyectiles en el Rabal, hacía la presencia física de sus tropas en esa zona concreta, de lo más peligrosa.

Como algunos no repararon en el saqueo, los austracistas tuvieron eso que se ha dado en llamar como bajas “amigas”. Todo ello era debido, según Couto y con razón, a que sus cañones eran ligeros o de campaña, y los grandes o de sitio, los que verdaderamente podían haber hundido las murallas sin problemas, los tenían en Valencia. Estaba totalmente en lo cierto.

JOSÉ VICENTE ARNEDO LÁZARO
Ganador del IV Premio de Ensayo e Investigación “Faustino Alonso Gotor”.
Socio de las Comparsas de Estudiantes y Marruecos –Cronista y Museo–
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